GENIO Y FIGURA

Una visita de gratitud

Por Gaby Vargas
sábado, 3 de diciembre de 2016 · 00:00
¿Alguna vez has escrito una carta de gratitud para tu papá, un profesor, una amiga, un hijo o tu pareja y se la has leído en voz alta? Olvídate de pensar en un regalo material para esta Navidad.
Piensa si le agradeciste lo suficiente a alguien el apoyo que te dio o los detalles de bondad que tuvo contigo, la educación y la formación que te proporcionó, lo generosa que fue en algún momento en que lo necesitaste o cualquier otra cosa que sientas que es motivo de tu agradecimiento.
Hace apenas algunos años, tanto médicos como científicos no daban el menor crédito al impacto que las emociones positivas tienen en nuestro bienestar. Dentro de esas emociones hay una muy especial y muy efectiva que sólo requiere de nuestra atención. Darle los reflectores, cultivarla, de inmediato nos trae al presente, transforma nuestro mal humor y como una lupa amplifica todo lo bueno y bello que la vida nos ofrece. Sí, me refiero a la gratitud.
¿Buscas tener una mejor calidad de vida, vivir más pleno y feliz o hacer más feliz a tu pareja? Agradece. Así de fácil. Sin embargo, hay otra forma más rápida y efectiva de lograrlo. ¿Te preguntas cuál es?
Sabemos que la gratitud es una de esas emociones que beneficia a quien la da y a quien la recibe. Por ejemplo, escribir la carta de gratitud que comentaba, proporciona siempre al que la escribe gran satisfacción, de acuerdo con el profesor Chris Peterson de la Universidad de Michigan. Y ni qué decir de quien la recibe, porque si algo toca las fibras más profundas del ser humano son la gratitud y el reconocimiento.
Ahora bien, los estudios muestran que si haces una visita de gratitud a ese "alguien” especial, para leerle la carta en voz alta, los niveles de felicidad se elevan, mientras las emociones negativas disminuyen para ambos durante al menos un mes. De hecho, hacer una "visita de gratitud” es el ejercicio más efectivo que la psicología positiva tiene.

El efecto bola de nieve
Cada día se publican más y más estudios y libros sobre la conexión tan importante que hay entre la gratitud y la longevidad, el bienestar, los niveles de felicidad y la salud.
Por si fuera poco, la gratitud es, además, un camino espiritual de transformación. Una vez que comienzas a agradecer, encuentras más y más motivos para hacerlo.
En la medida en que somos más conscientes de todo lo que tenemos que agradecer nos volvemos más perceptivos y receptivos a lo que el Universo, Dios o la Vida nos regalan.
En lo individual. Expande nuestra conciencia sentir gratitud por estar vivos, tener una familia, vivir con salud, tener un trabajo que amamos, amigos, integridad física y emocional.
Hacia el otro. Sentir gratitud hacia el otro es sencillamente el mejor regalo que le puedes hacer y, si hay testigos, mejor.  Además, hacerlo te proporciona lo que se conoce como "el pico de los ayudadores”, una sensación de dignidad y de gozo similar a la que experimentan los corredores cuando tienen las endorfinas al máximo.  
La gratitud, en cualquiera de sus formas, sana, mejora el semblante, la calidad de vida y la calidad del sueño. Nos conecta íntimamente con el otro y mejora las relaciones.
Para obtener todos los beneficios mentales, emocionales, físicos y espirituales es importante no sólo pensar en la gratitud, sino sentirla profundamente. Es entonces cuando la emoción sale como una luz del corazón y se conecta con ese Universo, Vida o Dios.
Agradecer de todo y por siempre. Porque aun en las situaciones adversas, siempre, siempre hay algo por lo cual agradecer.
¿Ya pensaste a quién le brindarás una visita de gratitud?

...

Comentarios