No más autos “chocolate”

Suman ya en los patios fronterizos, más de 800 mil vehículos que no pueden ser importados, lograr el objetivo de introducirlos a México de manera regular, representaría más de 8 mil millones de pesos para la federación únicamente por concepto de regularización y se dejarían de perder miles de empleos en los siete estados de la frontera norte de México.

Ante las graves afectaciones que viven los importadores de autos usados de los 7 estados de la frontera norte, quienes señalan que desde 2008 las secretarías de Economía, la de Hacienda y Crédito Público y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, establecieron una serie de medidas para inhibir la importación de autos usados bajo la presión de la industria automotriz y de los concesionarios de autos nuevos, sumando 800 mil vehículos -varados- en los patios fronterizos.

Es por esto, que estoy convocando a los 90 diputados federales, 21 senadores a los 7 gobernadores y a la industria de autos usados integrados a través de las Cámara de Comercio (Canaco) de los siete estados fronterizos afectados, para formar un frente común -inquebrantable- que de paso a una solución definitiva.

Con el incremento en la importación de autos usados durante el mes de Mayo, a partir de Junio de 2016, por determinación de Aduana, se ha restringido aún más la importación de unidades, mediante acciones operativas durante el proceso de despacho aduanero de los vehículos a importar, esto de manera unilateral y sin dar ni tregua ni explicación.

La industria fronteriza de autos usados ha señalado que las aduanas fronterizas redujeron el horario de importación, dejaron un solo modulo para la tramitología, deliberadamente realizan los trabajos con lentitud para la modulación de pedimentos, establecieron una serie de intermediarios para comprar facturas comerciales de los vehículos a importar de las empresas proveedoras americanas autorizadas por el SAT.

Es urgente que se eliminen todas estas acciones operativas de carácter discrecional de la aduana, es necesaria la activación de subcomités regionales de autos usados, la eliminación del rojo operativo en el despacho aduanero de vehículos en la importación de unidades del comercio organizado del ramo y es imperativo que se acepten los certificados de verificación ambiental de Estados Unidos y México.

La actual circunstancia, demanda de manera urgente que se fijen políticas públicas y regulaciones correspondientes para la importación de autos usados por empresas y las respectivas para la importación de vehículos por particulares, que haya una reducción de precios estimados, adecuándolos a los costos comerciales de adquisición de  mercado en el país de origen, considerando que se tratas de vehículos usados que se obtienen por subasta, variando sus condiciones mecánicas y de carrocería, aunque sean unidades de la misma marca y del mismo año – modelo.

Se tiene que establecer un grupo de trabajo mixto y que se instrumente un decreto que regule la importación de automotores usados para la región y franja fronteriza de México y otro que regule las importaciones destinadas al resto del país.

 Por todo lo anterior, tengo programado el próximo miércoles, durante la sesión permanente del Congreso, ofrecer una conferencia de prensa en el Senado de la República con la participación de legisladores y representantes de los siete estados fronterizos del país afectados por la inoperatividad del gobierno federal, que ha llevado a la industria de autos usados a un colapso generalizado en la frontera norte de México.

*La autora es diputada federal