POR SI LAS MOSCAS

¿Hasta cuándo?

Por Laura Monzón
viernes, 21 de abril de 2017 · 00:00
Hace unos días, de nuevo se anunció la creación del Museo Off Road. El secretario de Turismo, Óscar Escobedo Carignan, explicó que siempre sí se realizará en el predio en que ahora se encuentran las oficinas de la Sectur, a un costado de Cearte, porque no se encontró un lugar más adecuado para su edificación.
Presentó el proyecto mejorado para este edificio de 2 mil 800 metros cuadrados de construcción, que constará de cuatro niveles, estacionamiento, oficinas (incluyendo la que corresponderá a Sectur), salas de exposiciones y un restaurante.
No obstante, otra vez dejó abierta la opción para decidir si se realiza o no, porque "el bailará al son que le toquen los ensenadenses”. Total que sí se hace o tal vez no o quién sabe.
Resulta que, de nuevo, saltaron los anti Baja 1000; los que el año pasado dijeron que no se hiciera el museo, porque las carreras nos quitan identidad, dañan el medio ambiente, desorganizan la ciudad, contaminan, ocasionan accidentes, entre otras justificaciones que pueden tener algo o bastante de razón.
Pero el argumento que más sostuvieron algunos funcionarios y ciudadanos fue que había que respetar la llamada Manzana 8 como zona artística y cultural, siendo que tenemos años esperando a que se concluya Cearte como se debe, y no hay nada claro.
Muchos se quejaron, pero en los siete meses que han pasado desde que se presentó el proyecto del Museo Off Road, ningún grupo opositor fue para levantar la mano y mostrar una propuesta de galería, teatro, sala de conciertos, escuela de arte, qué se yo; más bien, esperan a que otro (el Ayuntamiento) lance algún plan cultural para aprovechar el espacio.
Como siempre, no somos capaces de ponernos de acuerdo, ni de visualizar que existen cosas más importantes que oponerse a la creación de un museo, que sí puede representar una buena propuesta para una ciudad turística en la que, desde hace años, no hay más que la Bufadora, la calle Primera, la Ruta del Vino y el avistamiento de ballenas cuando es temporada.
Vamos, no existen ni siquiera lugares enfocados en la niñez y la juventud.
Ensenada necesita de otras cosas para elevar la calidad de vida de sus ciudadanos de las que bien se pueden presentar ideas plasmadas en papel y buscar el apoyo de la iniciativa privada, considerando el mal momento que el Ayuntamiento está pasando, por el desfalco millonario que ha sufrido.
La presa necesita ser dragada y rehabilitada, para convertirla en un buen lugar de esparcimiento y deje de ser el tiradero de basura de media ciudad; el Cañón de Doña Petra, vandalizado una y otra vez, debe ser reconstruido, vigilado y conservado.
Los arroyos llenos de basura, también necesitan ser limpiados, deshierbados y remozados, para que pueda pasearse en canoas, trajineras, góndolas o lo que más les guste.
Hace falta un proyecto de forestación, parques arbolados -que necesitamos oxígeno para vivir- y terminar la ciclovía, para que ésta sea una ciudad limpia, inclusiva, segura y responsable con el medio ambiente.
Otra opción turística puede ser la creación de una Ruta del Olivo, para promover la plantación de olivares y la producción de sus derivados, considerando que en nuestro municipio se elaboran de los mejores aceites de oliva a nivel mundial.
Además, se necesita un plan de comercio marítimo con el resto del país, para abaratar los costos de las mercancías.
¿Cuándo entenderemos que debemos pensar en otros proyectos para hacer de Ensenada un mejor lugar, en vez de poner el pie cada que se propone algo? Así no vamos a llegar a nada y vamos a perder mucho.

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