EL GABACHO GACHO

Latinos y afroamericanos

Por Le Roy José Amate Pérez
miércoles, 26 de abril de 2017 · 00:00
Crecí en Oakland, la ciudad chocolate, con hermanos hispanos y afroamericanos. De alguna manera me he sentido más en casa con la gente de piel más oscura. La música negra siempre ha sido una fuerza importante en mi vida. Nunca fui más feliz que cuando bailaba en clubes y más tarde cuando actué como bailarín en la Everybody’s Creative Jazz Dance Company. Cuando mi hija se unió a la compañía tuvimos la increíble experiencia de bailar juntos para el público.
Mi biblioteca en Ensenada, mi hogar por treinta y seis años, está llena de biografías y autobiografías de músicos y de la historia de la música negra. Mi casa, oficina y automóviles están conectados a la música. Y durante los últimos seis años he producido un programa de música negra llamado Soul Street (La Calle de Alma). Se transmite en la frecuencia 92.9 FM en Ensenada los domingos a las 8:30 pm. Le estoy muy agradecido a Rommel Arvizu, el dueño de la estación. En el programa presento jazz popular, jazz suave, el jazz de Nueva Orleans de 1920, 40 grandes bandas, reggae, hip hop, funk, cadencias lentas para tomar el ritmo, gospel, blues, r&b, rap y por último pero no menos importante JAZZ LATINOAMERICANO.
Tito Rodríguez, Eddie Plamieri, Ruben Blades, mi amigo afroamericano de San Francisco, Cal Tjader y mi mejor amigo chicano del sur de California: Poncho Sánchez, todos ellos son amigos míos. Mi alma es afroamericana y habla Spanglish mezclado con dialecto afroamericano
He conocido gente racista tanto latina como negra que querían matarse los unos a los otros debido a una discriminación sin sentido. Cuando trabajé para combatir la pobreza en la década de 1970, como Director de un Programa de Acción Comunitaria, me tildaron de ser un hispano que no trabajaba más que para los intereses de los negros. Esta fue la única vez en mi vida que porté un arma como resultado de las amenazas de muerte que recibí.
Me sentí traicionado por el liderazgo chicano cuando al tratar de obtener un financiamiento como director del programa, en la junta final, los directivos se burlaron de mi propuesta y lo hicieron de forma pública. Dijeron que me había vendido a los latinos. Después de esta reunión, el director de proyectos para chicanos me llamó y me dijo que no era personal, solo política.
Mi punto en todo esto es que la gente de distintas razas puede ser hipócritamente racista. Digo hipócritamente racista porque somos gente de color y tenemos más cosas en común que diferencias. Nosotros la "gente de color” tenemos rasgos comunes que nos diferencian igualmente de la persona blanca promedio.
Podemos bailar con ritmo. Llevamos ropas brillantes. Usamos sombreros, mucha loción. Nos gusta la comida con mucho picante. Hay mucho machismo. Ponemos la música con volumen alto. Las mujeres usan más maquillaje y extensiones de cabello. Usamos mucho argot popular y proferimos groserías. Usamos a los perros son para protección y seguridad. No es bien visto hablar mal de las mamás. Traer con la suspensión al ras del suelo es un estilo común, como también traer la cabeza afeitada, pantalones holgados, camisetas blancas y zapatos de diseñador. Tanto a mexicanos como negros les encanta la comida mexicana y las mujeres voluptuosas. A los padres mexicanos y negros les gusta dar nombres pintorescos y exóticos a sus hijos, especialmente a las niñas: Lavonia, Xochitl, Keesha, Candelaria. Curiosamente, los negros suelen dar a sus hijos nombres latinos. He conocido a hermanos afroamericanos llamados Juan y Lorenzo y afro hermanas llamadas Juanita y María.
Cuando dos hermanos negros o compadres pasan en una calle residencial, se detendrán a hablarse por la ventana del sus autos. Detener el tráfico no es un problema, tenemos que completar la conversación, los de atrás pueden y deberán esperar.
Si tenemos tanto en común ¿cómo es que no nos llevamos bien? Quizá sea porque tenemos tanto en común que cada grupo ve su reflejo en el otro. Vemos lo que no nos gusta de nosotros.
Mujeres afroamericanas
Culpo a mi madre y su elección de llamarme LeRoy por mi gusto por la forma femenina afroamericana. Mujeres mexicanas de tez oscura, las mujeres exóticas son mi debilidad.
Los turistas afroamericanos visitan muy poco Ensenada y un número todavía más reducido compra propiedades. Una de las cosas que me gustaría estudiar un día es porque un porcentaje tan bajo de afroamericanos visita México. Extraño ver a mis hermanas de Oakland, extraño verlas, escuchar sus risas y ver la forma como mueven sus frondosos cuerpos con ritmo y gracia.
Llámeme para hacer una fiesta con música afroamericana y afrolatina

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