COLUMNA CETYS

Arte y ciencia: dos ramas de un mismo árbol

Por Creta Cota
miércoles, 24 de mayo de 2017 · 00:00

Durante siglos se pensó que la ciencia y el arte eran conceptos muy diferentes, y que nunca lograrían fusionarse, planteamiento que se aleja mucho de la realidad, y que puede resumirse en la cita de Albert Einstein "Todas la religiones, artes y ciencias son ramas del mismo árbol (…)”. De esta forma, arte y ciencia buscan dar respuesta a las interrogantes que surgen de la vida misma, percibiendo la vida de otra manera, y permitiendo así innovar, crear y mitigar las incertidumbres que nos rodean.
Con frecuencia, el origen del arte y la ciencia se asocia con la magia y todo tipo de prácticas esotéricas, siendo estas las primeras formas para conseguir respuestas y explicaciones a los fenómenos que dan forma a nuestra realidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, arte y ciencia tomaron diferentes trayectorias, pero siempre manteniendo elementos en común, por ejemplo, la creatividad. No obstante su cercanía, la ciencia se enfocó principalmente en investigar, aclarar y buscar el porqué de las cosas, mientras que el arte buscó representar la realidad a través de sentimientos, emociones y actitudes. Es decir, ambos son manifestaciones y expresiones que permiten describir, interpretar y explicar los fenómenos que afectan la realidad de la sociedad y su entorno.
Desde esta óptica, ciencia y arte han permanecido juntos a lo largo de la historia, sin embargo, en ciertos momentos la percepción social los ha separado. Una percepción errónea y basada en las diferencias que existen entre sus productos finales (obras vs. invenciones), sin observar con detenimiento las similitudes en sus motivaciones, metas y procesos de creación y desarrollo. Estas similitudes, quedan manifiestas si se analizan los procesos de creación que ambos sectores realizan, y en los cuales se encuentran presentes, la creatividad, la inspiración, la comunicación y la disciplina.
Además, no sólo realizan las cosas de manera parecida, sino que son interdependientes. Se necesitan el uno y el otro para lograr la meta que se plantean, tal y como se señala en Forbes.
Los científicos y los artistas que no pueden comunicar sus ideas se pueden considerar como un fracaso. Por lo tanto, ambos necesitan dos habilidades para que sean exitosos, comunicación y creatividad, por ejemplo, los científicos que pueden comunicarse, pero no tienen nada nuevo que decir, fracasan en su misión, al igual que los artistas que tienen nuevas visiones del mundo, pero no logran comunicarlas.
Este vínculo entre ciencia y arte, se puede observar fácilmente, a través de algunos exponentes, como es el caso de Leonardo Da Vinci, quien además de haber sido un artista también fue un gran inventor, el cual aportó mucho dentro del ámbito científico y artístico, gracias a todas las creaciones de Leonardo, como la bicicleta, el paracaídas, Hombre de Vitruvio, entre otras, hoy en día la vida es más práctica y funcional. Otro exponente importante y con estas características dentro de este ámbito fue Salvador Dalí, quien desde sus inicios su inspiración principal fue la ciencia, pero con el tiempo tomó el camino del arte, creando grandes obras que reflejaban su gran pasión por ella.
En la actualidad este reencuentro entre ciencia y arte es más fácil de observar, a través de fenómenos como la innovación, en los cuales el arte surge como un detonador de procesos creativos, mientras que la ciencia es un generador de conocimientos. Tal como menciona Schumpeter en su concepto de innovación, esta es un proceso de destrucción creativa, en donde el arte y la ciencia juegan un papel vital para que suceda.


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