EL SOPOR DEL BUITRE: Salvando a magno

Magno, con varios cientos de años de edad, está enfermo y se trabaja por prolongarle la vida.

En México, dijo la Dra. Carmen García Peña, directora de Investigación del Instituto Nacional de Geriatría, llegar hoy a los 65 años significa tener una elevada probabilidad de vivir 20 años más, pero también significa que sólo 20 por ciento recibirá una pensión contributaria. Uno de cada 6 será víctima de maltrato; 1 de cada 4 padecerá demencia; 1 de cada 3 desarrollará diabetes; 1 de 2 sufrirá enfermedades cardiovasculares; 1 de cada 3 tendrá algún dato clínico de depresión, y 1 de cada 2 estará física o mentalmente discapacitado al menos 3 años antes de morir.

 

Estos interesantes -¿aterradores?- datos los refiere el boletín del Cicese en torno a los trabajos del Taller sobre Investigación en Tecnologías de la Información y Envejecimiento, celebrado ayer en este puerto.

 

Imagínese usted -lectora, lector o lo que sea-, que en un partido de fútbol el árbitro le pregunta a los jugadores de ambos equipos si están de acuerdo en que marque un penal -penalti, dirían los viejos cronistas deportivos-.

 

Sin embargo, al no llegar a un convenio el silbante cambia de estrategia y les pide a los futbolistas rivales que se pongan de acuerdo entre ellos sobre si es justo o no el tiro de castigo y una vez que estén acordes que vayan y le avisen qué fue lo decidieron.

 

Algo similar está ocurriendo en el conflicto limítrofe entre Ensenada y Playas de Rosarito.

 

El árbitro -el Congreso del Estado- le está sacando la vuelta a marcar el penal, ya sea por ignorancia, miedo o marrullería y primero le pidió a los jugadores Gilberto Hirata y Silvano Abarca, sobre cuál era su opinión en torno a lo que debían hacer los congresistas.

 

Luego los diputados les pidieron a los contendientes que se pusieran de acuerdo, sin que ello pudiera darse por obvias razones.

 

Ahora pretenden que uno de los futbolistas juegue con las piernas amarradas, ya que emitieron un exhorto para pedir que el XXI Ayuntamiento de Ensenada "renuncie a los recursos, defensas y excepciones que se han interpuesto ante el Congreso".

 

Así lo denunció el abogado Alfonso García Quiñones, integrante del Grupo Interdisciplinario para la Defensa del Territorio de Ensenada.

 

Los actuales diputados -y de las anteriores cinco legislaturas- han hecho lo mismo, escurrirse de la responsabilidad de emitir un fallo a favor o en contra, respectivamente, de cada una de las partes en conflicto.

 

La legislación marca muy claramente que ellos -los diputados(as)- son los jueces en los conflictos limítrofes entre los municipios bajacalifornianos y evitan hacerlo para evitarse problemas políticos, personales y partidistas.

 

Tan le sacan la vuelta que ni siquiera han oficializado las fronteras de los cinco municipios.

 

Para regresar con las referencias futbolísticas, ni siquiera han marcado los límites de la cancha, mucho menos se atreven a delimitar el área chica. Son peores que un árbitro haitiano.

 

El Secretario General del Gobierno del Estado, Francisco Rueda Gómez, públicamente ofreció que el 30 de octubre estarían llegando a través del Sistema Flujo Inverso 300 litros por segundo a Ensenada.

 

Sin embargo, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid dijo el pasado miércoles que no serán 300 sino 200 litros por segundo.

 

Una diferencia de 100 litros por segundo, un 35 por ciento menos de lo ofrecido. Otro incumplimiento más.

 

O viéndolo con la óptica del vaso medio lleno: 200 litros por segundo de un agua que no se tenía.

 

Si eres neutral en situaciones de injusticia, elegiste el lado del opresor.

(Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz 1984)