Hablemos de deporte

 

Por L.A.F.D. Fernando Ribeiro Cham

ribeirocham@gmail.com

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Hace apenas unos días nos enteramos de la lamentable noticia de que la máxima casa de estudios en Baja California, la UABC, declinaba ser sede de la Universiada Nacional 2017, el evento deportivo más importante en la educación superior. 

Sin dudas es lamentable porque siempre conlleva algunas ventajas el ser el anfitrión de un evento deportivo, además de que generalmente dicho compromiso exige a la sede la creación de nuevas instalaciones o el mejoramiento de las ya existentes.

El comunicado oficial señalaba la dificultad de llevar a cabo el evento producto de complicaciones de carácter económicas. Es cierto, hay una infinidad de recortes presupuestales a distintos rubros, pero desafortunadamente el deporte parece ser la primera válvula de escape.

Posterior a esa noticia, nos hemos enterado del próximo proceso para la selección del nuevo director de la Facultad de Deportes de la UABC, designación en la que también recae la responsabilidad del deporte representativo de la institución cimarrona. A partir de una serie de exposiciones de motivos, los miembros de la Junta de Gobierno decidirán por la continuidad del actual director o la elección de una persona distinta.

Se expondrá que habrá que mejorar los procesos educativos, buscar una mayor inserción laboral de los egresados, el fortalecimiento de los cuerpos académicos, en fin, distintos rubros importantísimos para la unidad académica, pero qué hay del deporte universitario.

No está por demás reafirmar lo que ya sabemos, que Baja California es un estado productor y exportador de talento deportivo. Que el estado invierte millones y millones de pesos en la detección y desarrollo de deportistas desde la educación básica hasta su llegada a la edad en la que se cursa la educación media superior, pero que desafortunadamente estos jóvenes no encuentran los estímulos que acompañen su formación académica con el área deportiva.

Desde que era estudiante en la entonces Escuela de Deportes, se hablaba de la necesidad de separar el área del deporte de la academia y también de "independizar” a cada uno de los municipios, generando con ello tres direcciones, una en Mexicali, otra en Tijuana y la tercera en Ensenada. De esas propuestas ya han pasado más de 8 años. 

Es sumamente complejo el poder absorber la tarea de fortalecer la educación de no menos de 1,000 alumnos cada semestre y a la vez hacerse cargo del deporte representativo y la promoción de la actividad física en los 63 mil 642 estudiantes que posee la UABC.

Me atrevería a proponer de forma respetuosa, que antes que a designación del próximo titular de la academia y el deporte universitario, bien valdría la pena, reformar ese apartado y separar lo deportivo de lo académico.