Réquiem por nuestro valle

A la defensa ciudadana

Luego que el Cabildo aprobara modificaciones que permitirían con amparos construcciones inmobiliarias, los ensenadenses se unen para protestar
sábado, 9 de noviembre de 2013 · 22:20
Ensenada, B. C. - Una vez más vemos que en México, en todos los niveles de gobierno, lo normal es que las más altas autoridades sean personas esencialmente traidoras al lugar en donde viven.
A nivel municipal, tanto los regidores como el presidente municipal, Enrique Pelayo Torres, nos están dando un buen ejemplo, el más reciente de las muchas traiciones que han realizado a lo largo de los últimos tres años.
¿Qué podemos esperar de un país, un estado, un municipio que está gobernado por traidores? Lo mínimo, que no avance. Y en Ensenada no sólo ha ocurrido eso, sino que además nuestra ciudad presenta graves retrocesos en su desarrollo en general.
Qué podemos esperar cuando los potenciales naturales de Ensenada, en lugar de ser cuidados, preservados y detonados de manera adecuada para que sean fuente de riqueza, son destruidos sistemáticamente.
Aquí, en lugar de ser nosotros los que generemos nuestra propia riqueza, se busca que sean otros, de fuera, casi siempre extranjeros, a quienes les dan todo tipo de facilidades para que inviertan, llevándose el dinero que aquí se genera.
Qué podemos esperar cuando las autoridades de aquí, en lugar de ponerse al servicio de sus ciudadanos, se ponen al servicio de empresarios e inversionistas de fuera, casi siempre en contra de los intereses de los ciudadanos.

No representan a nadie
Casi siempre llegan a los puestos públicos funcionarios soberbios, que no escuchan más que los intereses personales o de su partido o grupo. Funcionarios que nunca se solidarizan con los problemas de la gente, funcionarios que se dedican a robar y hacer todo tipo de negocios a su favor, manipulando las leyes a su gusto o al gusto del cliente.
Funcionarios que se dan altísimos sueldos y roban descaradamente, nombrando a sus hurtos "bonos”, "apoyo social”, "compensaciones”, etcétera. Funcionarios profundamente antidemocráticos, mentirosos, corruptos, que tienen que esconderse, en lo "oscurito”, para poder hacer sus tranzas a escondidas de la ciudadanía.
Estos funcionarios hoy hacen del Valle de Guadalupe su víctima. Lejos de apoyar a los vinicultores y habitantes de la región, quienes crearon la riqueza que hoy se ve en el Valle, están apoyando proyectos distintos, que matarán las vocaciones de la zona y terminarán por secar sus acuífero y concentrarán la riqueza en unas pocas manos. 
¿Es eso lo que quieren esos traidores? Como decía un reconocido periódico español, se pretende convertir el vino en cemento.
Estos funcionarios permiten que personas de otras partes vengan y promuevan todo el desorden que les conviene, llenando de casas y cemento al Valle de Guadalupe.
Que triste que personajes de esta calaña, que se dicen ensenadenses, que incluso varios de ellos nacieron en nuestra ciudad, atenten contra ella, contra el municipio y contra Baja California. 

Nuevos Judas
Para mí son unos traidores: Adriana Lencioni Romonetti, Joaquín Bolio Pérez, Alberto Moreno Garayzar, José Antonio Lomelí Sedano, Alejandro González León, Livia Couttoenc Plazola, Graciela Moreno Pulido, Luis Raymundo de la Mora, Hilda Chanes Miranda, Macario Díaz Rodríguez, Carlos Escobar Hernández, Lorenzo Cárdenas Zertuche y Enrique Pelayo Torres. 
Los nuevos Judas de Ensenada, que prefieren su destrucción a cambio de 30 monedas.
Atrás de ellos, sus partidos, los que suelen actuar como delincuencia organizada, avalando sus traiciones, las que ellos apoyaron y propusieron: Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Alianza, Partido Encuentro Social (PES), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde. 
La señora Carmen Íñiguez Casanova fue la única regidora que voto en contra de este atentado, mis respetos para ella.
Sus mismos métodos los delatan, si de veras hubieran sido honestos no hubieran tenido que reunirse en lo oscurito, ni echar mentiras a la gente. Si de verdad fueran democráticos respetarían los consensos y sentir de la gente. Si de verdad fueran ensenadenses jamás hubieran atentado contra los intereses del Valle de Guadalupe, parte esencial de Ensenada y de México. 
Pero no, no son ensenadenses, son traidores y como tal debemos reconocerlos, ya que están en contra de Ensenada y su gente. Y que no vayan a quejarse estos señores de que esta acusación es un "linchamiento mediático” o que ellos "votaron responsablemente”, nadie se los cree, ya que sus mentiras han sido sistemáticas.
El mejor parecido que encuentro para ellos es el que nos dice Jesucristo en una parte del Nuevo Testamento, "no den perlas a los puercos porque las destruirán con sus patas”. Y eso están haciendo, destruyendo una de nuestras perlas, el Valle de Guadalupe.
Desde luego, muchos ensenadenses no nos vamos a quedar con los brazos cruzados y haremos todo lo posible por revertir esta imposición. 
Ya sabemos que si se logran este tipo de tranzas es porque no solemos defender nuestros derechos, pero si nos unimos y apoyamos a la gente del valle y a los vinicultores podemos defender el valle y revertir la situación. 
Es simplemente una cuestión de defender nuestros derechos. Y creo que para todos nosotros queda muy claro los grandes beneficios para Ensenada que brinda el Valle de Guadalupe y su producción de vinos.
Si se llevan a cabo los cambios que pretenden en las leyes, se consumará un atentado contra una de las mejores regiones naturales de Ensenada. Pero no sólo eso, el atentado es contra las raíces e identidad de lo bajacaliforniano. 
Finalmente afectaría a México, ya que en el Valle de Guadalupe se produce el 90% del vino mexicano. Ante la importancia de este valle resulta difícil entender el porqué los regidores aprobaron un reglamento de este tipo. 
Desde luego al darnos cuenta de los intereses que ciertos empresarios tienen ahí, las sospechas de corrupción son grandes, sobre todo por la manera tan indecente en que los regidores han manejado este asunto, haciendo declaraciones llenas de mentiras y engaños.

Los más negros
Sin lugar a dudas estamos entrando a una de las páginas más negras de la historia de nuestro municipio. Pero esta no es una historia nueva. Atentados contra las vocaciones naturales ha habido muchas, y al parecer continuarán. El primer atentado importante se dio cuando fue construido el puerto, allá por la década de los años 50. 
Originalmente el puerto iba a ser construido en Punta Banda, pero un general corrupto lo impuso donde hoy está, porque así convenía a sus intereses. Eso ocasionó la destrucción de nuestras mejores playas y la debacle del mejor turismo que hemos tenido, situación que ya no tiene remedio y que afectó gravemente a Ensenada, hasta nuestros días.
Otro atentado que está por consumarse en estos días es el de la imposición de la desaladora a un lado de La Lagunita, otro espacio natural de gran belleza y ambiente ecológico. 
Además un golpe a nuestra tierra que cada año se consuma son las carreras Baja’s, las que afectan gravemente el entorno natural de nuestra geografía, las raíces y cultura bajacaliforniana, promueven la corrupción y sólo dejan migajas a la ciudad.
Ya es hora que los ensenadenses hagamos algo al respecto, ya que las autoridades no se están comportando como si fueran ensenadenses, sino prestándose a todo tipo de intereses externos, casi todos contrarios al sano desarrollo de nuestra ciudad y municipio.
Al mismo tiempo que defendemos nuestros derechos, como el de vivir en un ambiente sano, el de no afectar nuestros intereses, así como muchos otros, consideremos seriamente el no votar por ningún partido político en las siguientes elecciones, sino votar por algún ciudadano que no tenga intereses y compromisos más que con Ensenada, y si no hay ninguno, anulemos el voto. 
Yo creo que cuando menos por dignidad deberíamos dejar de votar por los partidos, y desde luego, si alguno de los regidores que nos afectan gravemente se quiere lanzar por algún puesto de elección, mal haríamos en votar por él.
Yo me pregunto, ¿cuál es el criterio con que los políticos eligen a sus candidatos?. Al parecer entre estos criterios no parece contar que sean personas buenas, honestas, honradas, comprometidas con la gente, preparadas, dispuestas a resolver los problemas.
Entre sus criterios no parecen estar el que sean personas que conozcan la historia de esta región, la geografía, que amen esta tierra (al contrario parecen odiarla). No parecen contar criterios de una buena educación, sensatez, compromiso, que no tengan nada que se les pueda reprochar. 
Yo creo es hora de que los ciudadanos impongamos los criterios de selección, que no votemos por nadie que no cuente con esos criterios de conocimiento, compromiso, honradez.
En lo personal no pienso votar por ningún candidato o partido político que no vuelva a lo sensato: promueva que los salarios de los políticos se reduzcan cuando menos a la mitad; legisle para que el presupuesto de los municipios máximo sea el 50% en salarios y prestaciones, lo demás en obra.
También que reduzcan el número de burócratas a la mitad o menos; se prohíban las reuniones en "lo oscurito” y todas las acciones que sean de interés público se ventilen así, públicamente. En fin hay muchas cosas de la agenda ciudadana que tenemos que obligar a los políticos a que la cumplan. Las agendas de ellos no me interesan, ya que no suelen ir en beneficio de la ciudad.
En fin, si los ciudadanos no actuamos pronto, veremos el fin del Valle de Guadalupe y el fin mismo de Ensenada, que cada día viene más a menos.


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