Defienden tierra de leyes; se unen a marcha nacional

Integrantes del Ejido Reforma Agraria Integral, adheridos a la Central Campesina Cardenista (CCC) delegación San Quintín, se unieron al movimiento nacional de defensa de la agricultura, convocado por 40 organizaciones campesinas nacionales y regionales.

Dicha marcha fue encabezada por el secretario general en Baja California de la CCC, Jesús Antonio Martínez Castro y el presidente del comisario ejidal en el Rosario, Misael Benítez Luviano.

Martínez Castro mencionó que dicho recorrido se hizo el día de ayer en toda la república mexicana.

La manifestación tuvo como propósito manifestar el rechazo a la agresión que ha sufrido el campo mexicano con las reformas aprobadas a las leyes secundarias de la llamada reforma energética, que se traduce en una contrareforma agraria.

Las leyes secundarias de dicha reforma establecen figuras jurídicas que benefician a las empresas extranjeras dedicadas a la inversión del petroleo y sus derivados que invierten en nuestro país. 

Las firmas, se explicaron los manifestantes, maneja incentivos económicos y la protección de la ley para despojar a los ejidatarios y pueblos indígenas de sus tierras con la finalidad de explotar hidrocarburos.

Estas leyes aprobadas en el congreso de la unión por los diferentes partidos políticos que la encabezan, también beneficiaran a las empresas mineras.

Estas leyes permitirías la expropiación de cualquier terreno y otorgarle derechos preponderantes sobre el uso del agua, sobre cualquier otra actividad productiva y humana, poniendo en riesgo el futuro de la soberanía nacional del país.

Ubicado en la delegación del Rosario a 300 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada, El Ejido Reforma Agraria Integral es el más grande del país, y cuenta con una extensión de 600 mil hectáreas.

Esta superficie es rica en diferentes minerales como cobre, fierro, magnesio, turquesa por mencionar algunos, sin embargo, sus habitantes viven en la pobreza y el abandono de tal manera que la mitad de la superficie se encuentran concesionadas a empresas mineras de origen nacional y extranjero.

Los manifestantes afirmaron que con las reformas a las leyes secundarias, la situación que se va a  presentar de ahora en adelante será peor, pues las nuevas leyes prácticamente anularan los derechos como ejidatarios. 

Por tales motivos decidieron unirse al movimiento nacional campesino en defensa de la tierra, conscientes que la unidad y la organización de los campesinos de México sera el único mecanismo para defender el patrimonio.