Así fue el inicio de la protesta en San Quintín

Eran las dos de la mañana cuando la clase jornalera de las delegaciones municipales Vicente Guerrero San Quintín, principalmente, fue despertada por las sirenas de las patrullas que fueron desplegadas desde Ensenada para resguardar su seguridad por el paro laboral a emprender.

Pero lejos de intimidar a los trabajadores, suponiendo que tal haya sido el propósito de la demostración de tanta cantidad de patrullas y policías, resultó contraproducente, porque los jornaleros se motivaron.

Y al grito de "en lucha por la dignificación de los jornaleros” y "el pueblo unido jamás será vencido”, arrancaron sus movilizaciones alrededor de las tres de la mañana; fueron simultáneas en las delegaciones municipales que conforman el valle.

En la delegación municipal Vicente Guerrero el primer contingente partió de la colonia Lomas de San Ramón, prosiguió hacia la colonia Trece de Mayo y Las Misiones.

Con un numeroso grupo, liderado por los dirigentes comunitarios de cada localidad –también miembros de la Alianza de organizaciones nacional, estatal y municipal por la justicia social, enfilaron hacia la cabecera delegacional.

Aquí fueron recibidos por jornaleros de la colonia Maclovio Rojas y sus alrededores, cuya mayoría se sumó a sus pares dirigiéndose hacia el puente del arroyo Santo Domingo, al norte de Vicente Guerrero.

La comitiva, siempre bajo las instrucciones de sus líderes –quienes en todo momento demandaron a los participantes a no incurrir en actos vandálico–, se dirigió hacia el mencionado puente.

Al traspasar este tramo vial y llegar a su extremo norte el grupo se abrió para tapar el paso. Esto fue a las 5 horas.

Durante todo tiempo, patrullas de las policías municipales y estatales estuvieron siempre a la expectativa y siempre al pendiente, a lo lejos, sobre el desarrollo de la movilización; y tomando nota de las consignas de los manifestantes.

En esta primera fase del movimiento, es menester mencionar que no faltaron provocadores, principalmente jóvenes –y por desgracia muchos niños y adolescentes de entre 12 y 15 años– con evidente rencor social.

Esto se reflejó en actos, eso sí, vandálicos, provocando daños a comercios y vehículos, lo cual fue reprobado por los liderazgos sociales, aunque esto poco importó a los menores.

Como parte de las acciones para llamar la atención de las autoridades –se dijo que a las 3 de la mañana ya se encontraba en la zona el subsecretario de gobierno del Estado, Pablo Alejo López Núñez– fue cerrar los puntos más transitados de la vialidad federal y principales entronques.

Para quienes osaron pasar por estos puntos, cubiertos con piedras y llantas humeantes, debieron sufrir los insultos y agresiones verbales de quienes establecieron esos retenes, en su totalidad jóvenes que mostraban abierta hostilidad contra todo y contra todos.

Vale mencionar que en el marco de la manifestación pacífica en el puente los líderes quisieron dar a conocer la situación a través de la radiodifusora indigenista Xeqin, pero se les informó que por instrucciones de la Secretaría de Gobernación se suspendió la transmisión para no difundir el problema.