RAÍCES

Rancho El Coyote, un lugar maravilloso

Al pie de la Sierra de San Pedro Mártir, se encuentra este lugar que conserva la tradición vaquera de la región y al mismo tiempo se ha abierto a un turismo que ama lo campirano
domingo, 23 de agosto de 2015 · 00:00
 
Con frecuencia me preguntan cómo visitar algunos de los sitios poco conocidos que suelo presentar en esta sección Raíces de nuestro periódico El Vigía. 
Muchos de los sitios que exploro los conozco gracias a mis guías, es decir, a personajes del desierto y de la sierra que viven en tales regiones. Una de las zonas que más he explorado es la Sierra de San Pedro Mártir, la cual he recorrido por todos lados. 
Los vaqueros y ganaderos que viven de esta tierra, han sido mis guías, y de manera muy generosa me han compartido parajes maravillosos que no suelen estar al alcance de la gran mayoría de los visitantes. Con muchos de estos personajes he formado una muy buen amistad.
En ese aspecto, unos de mis mejores amigos han sido de la familia Meling, especialmente Alfredo y Esteban, propietarios del rancho El Coyote, quienes han sido muy generosos en compartir parajes de gran belleza de la Sierra de San Pedro Mártir. Este rancho ha sido mi base en varios de los recorridos que hemos emprendido, ya que se encuentra justo al pie de la gran sierra, muy cerca de la carretera que sube hasta el Observatorio Astronómico de la UNAM.
El rancho El Coyote es muy particular en muchos aspectos: Conserva la tradición ganadera de los vaqueros de la región, pero al mismo tiempo se ha abierto a un tipo de turismo que ama lo campirano.
Conocí este rancho cuando empecé a participar en las tradicionales cabalgatas Santo Domingo-San Pedro Mártir. En varias de ellas llegamos al Coyote para descansar después de las pesadas jornadas serranas; ahí acampábamos y convivíamos. 
En esas ocasiones tuve la oportunidad de ver el trabajo ganadero, cuando por las tardes los vaqueros concentraban el ganado en los corrales para darles pastura y agua. Era una grata experiencia ver la gran cantidad de vacas y becerros llegar corriendo, guiados por los vaqueros, quienes los conducían de una manera experta.
También me tocó aprender cómo lazar a los becerros para marcarlos y vacunarlos. No era una tarea sencilla, ya que entre dos vaqueros los lazaban desde sus caballos, inmovilizándolos, hasta que otro lograba colocar la marca de errar, que estaba al rojo vivo, para que el animal tuviera la firma del rancho; igualmente el vaquero, por medio de una jeringa especial, vacunaba a los becerros para que quedaran protegidos de las enfermedades contagiosas propias de estos animales.
Y ni qué decir de la ordeña a tempranas horas, así como de la preparación de las monturas para irse a internar a los cerros a buscar el ganado disperso. Ciertamente es toda una experiencia para quien como yo, ha sido predominantemente urbano.

VIAJE FAMILIAR
El rancho El Coyote cuenta con una serie de cómodas cabañas, bien habilitadas, que facilitan la estancia turística, sobre todo si se viene en plan familiar. Tiene un amplio comedor y restaurante donde se ofrecen comidas caseras bien sabrosas, con un trato amable y generoso. Igualmente hay sitios adecuados para acampar, con asadores, agua, etcétera.
Todos estos servicios nos han facilitado las cabalgatas. Los mismos hermanos Meling, son excelentes vaqueros y conocen perfectamente la Sierra de San Pedro Mártir, al igual que muchos de los vaqueros que trabajan para ellos.
Suelen organizar recorridos a caballo de varios días, precisamente para que más personas puedan conocer estos parajes, y se han asociado con otros ranchos de la región para ofrecer recorridos más completos en los que se combinan diferentes aspectos como la belleza natural, la flora y la fauna, las tradiciones vaqueras y campiranas, la geología y la historia natural, así como la historia de la región. También he llegado a este rancho para acampar con mi familia y la hemos pasado muy bien, en convivencia muy agradable. Y es que poner las tiendas de campaña entre hijos y padres, encender la fogata, preparar la comida, limpiar lo que se ensucio y caminar por el entorno en plan familiar, es grata experiencia. 
Además, el rancho cuenta con una alberca que suele ser una de los principales atractivos de los niños, y motivo de diversión por largas horas, especialmente durante el verano, cuando el clima cálido invita a echarse un chapuzón.

EXPERIENCIA DE CONTACTO
Mención especial merecen las visiones nocturnas de esta región. El cielo se presenta limpio y por lo tanto, si no hay nubes, se podrán apreciar cientos de miles de estrellas, destacando la Vía Láctea. Estas visiones nocturnas suelen ser impresionantes, y desde luego, a todos nos sensibilizan ante la magnificencia de ese pedacito de Universo que se nos presenta, el cual aunque nosotros vemos inmenso, es ciertamente una pequeña parte, muy pequeña, de la verdadera dimensión del cosmos. 
Nunca dejo de admirarme de este soberbio espectáculo, a pesar de que son ya miles las noches que lo he podido disfrutar desde distintas latitudes, y la del Coyote es una de las más bellas.
Desde El Coyote se puede observar todo el flanco oeste de la Sierra de San Pedro Mártir. Se ve bien cómo se alza el macizo granítico, apreciándose su zona de pinos. 
Las veces que he acampado con mi familia, hemos dedicado un día para subir en el vehículo hasta lo alto de la sierra, vale la pena ya que se pueden hacer caminatas agradables entre el bosque y visitar el observatorio astronómico de la UNAM . 
Generalmente prefiero acampar en el Coyote, ya que en lo alto de la sierra el clima tiende a ser frío y en el verano es además lluvioso, pero de cualquier manera, visitar la sierra es una grata experiencia.
¿Por qué acampar? Ciertamente los campamentos, sobre todo de este tipo en que se tiene algunas comodidades modernas, es una de las maneras de irnos acercando a la naturaleza, y por lo tanto sensibilizarnos hacia ella, lo cual es muy necesario en estos tiempos del cambio climático. 
Quien poco a poco se va acercando a ella, la irá amando gracias a la experiencia de contacto, y será más fácil irse dando cuenta de muchos elementos naturales. Recuerdo que desde este rancho y sus alrededores he visto numerosas codornices, palomas, correcaminos, zopilotes, gorriones, coyotes, zorras, liebres, conejos, ardillas, gato montés, venado, lagartijas, serpientes, etcétera. Se pueden ver muchos de los animales y plantas características de esta región y por lo tanto aprender, no sólo los niños, también los adultos. 
Aquí, podemos enseñarles algunas de las reglas básicas de los que amamos la naturaleza, como estas que dicen: cuando visites un lugar natural, lo único que matas es el tiempo (no a la fauna ni la flora); lo único que dejas son las huellas de los pies (nada de basura); y lo único que tomas son fotografías (nada de saqueos). Es una manera amable de ir apreciando a la naturaleza. 
De esta manera, si queremos, el rancho El Coyote puede ser un lugar de encuentro, encuentro con los espacios naturales y con las tradiciones iniciales que dieron identidad a Baja California. 
Vale la pena visitar este sitio que se encuentra cerca de la carretera que sube a la Sierra de San Pedro Mártir, hacia el kilómetro 49, en donde se encuentra un  señalamiento. También visite su página web. No se arrepentirá, sobre todo si usted es de los que ama esta tierra tan maravillosa que es Baja California.

...

Galería de fotos

Comentarios