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Crónica de un colapso anunciado

Los daños que anunciaban el derrumbe de “El Muelle” empezaron a ser notados en abril de 2015, pero la apatía del ICBC terminó por derribar esta parte imporatante del patrimonio cultural del estado
martes, 31 de mayo de 2016 · 00:00
Carlos Lazcano/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com|Ensenada, B. C.

Inaugurado hace casi cuatro años, el mural de Estela Husong llamado "El Muelle”, localizado en el muro de la entrada principal del Centro Estatal de las Artes de Ensenada (Cearte), sufrió un colapso parcial.

 

Considerado como parte importante del patrimonio cultural y artístico de Ensenada, y por lo tanto de Baja California, el daño al mural es consecuencia de una negligencia largamente sostenida que anunciaba el desastre. Y el desastre ocurrió.

 

Los daños que anunciaban el colapso empezaron a ser notados desde hace un poco más de un año, en abril de 2015, cuando con motivo de una visita del presidente de la República se revisó el techo del Cearte.

 

Fue entonces que Jaime Delfín, entonces encargado de Artes Plásticas del Cearte, dio aviso a la directora de la institución, María Olivia Picazo Olmos, solicitando que el mural fuera intervenido por especialistas para evitar que se colapsara y sufriera daños. Sin embargo no hubo una respuesta. Como el problema podría ser fuerte, Jaime Delfín insistió de diversas maneras, pero igualmente fue ignorado.

 

En julio de 2015, Mónica Walther, encargada provisional de Artes Plásticas del Cearte (por enfermedad de Jaime Delfín), le hizo notar a José Luis Alarcón Reyes, encargado de Servicios Generales del centro, que "hace aproximadamente un mes los guardias en turno detectaron daños en la estructura y desprendimiento de parte de las piezas del Mural ‘El Muelle’”, por lo que "se considera un asunto que requiere atención urgente dado que es muy factible sigan ocurriendo desprendimientos posteriores a éste, y sería muy difícil remplazarlas por el tipo de proceso que implica”.

 

Al regresar Jaime Delfín a sus labores en el Cearte, insistió en este asunto e hizo llegar al director general del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), Manuel Felipe Bejarano Giacomán, un oficio en donde le informaba directamente de la problemática y de la necesidad urgente de tomar las medidas preventivas y efectuar labores de restauración para evitar mayores daños al mural. La problemática fue minimizada y casi nada se hizo.

 

En noviembre del 2015 Delfín insistió ante la Picazo Olmos, haciéndole saber que "se realizó una inspección del mural... en compañía del ingeniero Fernando Salgado, especialista en materiales para el tratamiento de concretos; y se detectaron piezas de cerámica en peligro de desprenderse, al punto que se pueden mover con la mano ya que sólo están detenidas por la boquilla... en su momento se reportó a la Dirección General este caso, y fue turnado al departamento de Servicios Generales en Mexicali representado por el arquitecto Ernesto Vázquez López, quien realizó un recorrido para valorar los daños.

 

"Sin embargo, no se ha procedido a ningún tipo de maniobra para asegurar la integridad del mural. Es por ello que solicito urgentemente se autorice de manera preventiva la maniobra de  apuntalar la superficie del mural con hojas de triplay y barrotes, para evitar se desplome en cualquier momento”, indican documentos.

 El único tratamiento preventivo que se dio fue durante ese mismo mes de noviembre, gracias a que Bejarano Giacomán visitó el Cearte y Jaime Delfín le mostró los daños. Sin embargo lo que se hizo fue totalmente insuficiente. La justificación fue que no se tenía presupuesto para hacer más.

Caída y conjeturas

Desde que los daños empezaron a ser notados, y viendo la pobre respuesta de las autoridades, varios artistas y promotores culturales de Ensenada realizaron una colecta para poder iniciar las primeras reparaciones, pero aun así el ICBC no mostró colaboración; por el contrario, el instituto envió un supuesto experto que declaró que el mural no presentaba ningún problema.

 

Ante la falta de actuación, pasó lo que tenía que pasar. El domingo 22 de mayo por la noche, se desprendieron varias hileras de mosaicos, de la parte inferior del mural.

 

Existen dos conjeturas acerca de por qué se desprendió esta parte del mural.

 

La primera indica que la falta de protección en la parte superior permitió la entrada de humedad, aunado a que el edificio fue construido sobre arena sobre una zona sísmica. La segunda versión, sustentada por varios profesionales, es que al colocarse la cerámica, el muro en donde se instalaría no se limpió adecuadamente, dejándosele varias capas de pintura ya existente, por lo que el agarre del cementante no fue directamente sobre el muro, sino sobre las capas de pintura.

 Aunque la causa del desprendimiento fuera efectivamente por fallas en su instalación, tales fallas y sus posibles consecuencias se detectaron a tiempo, solicitándose fueran intervenidas para evitar mayores daños, lo cual nunca fue atendido.
Por lo cual la causa de la caída es más bien la negligencia, ya que podría haber sido evitada si los daños previos que se vieron hubieran sido atendidos.

Cadena de negligencias

Sin embargo, atrás de esta negligencia hay mucho más. Este grave descuido es consecuencia de una larga cadena de agravios en contra de la sociedad bajacaliforniana. Uno de los argumentos fuertes de las autoridades del ICBC para justificar su inacción es su bajo presupuesto.

 

Esta falta de recursos se debe en buena parte a que la pasada administración del instituto dejó una fuerte serie de gastos federales sin justificar, por lo cual el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, hoy Secretaría de Cultura) limitó su presupuesto al ICBC hasta que no se comprobaran dichos gastos, lo que hasta la fecha no ha ocurrido.

 Si a eso se agrega que en los puestos de dirección, tanto del ICBC como del Cearte, no se han puesto a las personas adecuadas, sino a personas ligadas a compromisos políticos, la probabilidad de un desastre como el ocurrido al mural de Estela Hussong es bastante alta, tan alta que ocurrió.

Una historia de esfuerzo

El mural "El Muelle” fue concebido desde que Maricela Jacobo era la directora del ICBC, durante la administración del gobernador Eugenio Elorduy Wather; sin embargo, su realización no inició sino bajo la administración del gobernador Guadalupe Osuna Millán.

 

El proyecto fue presentado por la destacada pintora Estela Hussong y la ceramista Ivette Vaillard. Su realización fue larga y difícil y si llegó a realizarse, fue gracias a la voluntad, constancia y esfuerzos de Natalia Badán.

 

La entonces directora del Cearte debió lidiar con una burocracia cultural a la que poco le interesaba la cultura, además de ejercer un fuerte centralismo que concentraba sus proyectos en Mexicali.

 

Debido al desinterés de la dirección del ICBC en la realización del mural, Estela, Ivette, Natalia y otras personas involucradas tuvieron que realizar grandes esfuerzos. La realización representó grandes retos, muchos de los cuales no se lograron por la apatía de la dirección del ICBC, manifestada en la falta de apoyo técnico y asesoría profesional en cuanto a su instalación adecuada.

 Sin embargo, a pesar de todas las carencias e incomprensiones el proyecto logró realizarse. Natalia Badan expresa que fue casi de milagro, pero no. Fue gracias a su insistencia y su defensa de la cultura de Ensenada ante la actitud negativa de las autoridades del instituto.
La idea de este proyecto fue la de aportar a Ensenada un patrimonio artístico de primer orden, realizado por una gran artista ensenadense, como lo es Estela Hussong. Nació del amor a nuestra ciudad y su gente.

Tarea incompleta

Uno de los objetivos del ICBC es el de proteger el patrimonio cultural de Baja California, y el mural "El Muelle” es parte de ese patrimonio. Decir que no se tiene presupuesto es una justificación que no refleja más que negligencia e indiferencia en el trabajo cultural. Y más grave aún, podría reflejar una profunda ignorancia sobre lo que es la cultura, punto sobre el que el actual gobernador del estado ha dado varias muestras.

 El colapso del mural de Estela Hussong es consecuencia de la negligencia, y su principal responsable es el actual director del Instituto de Cultura de Baja California, Manuel Felipe Bejarano Giacomán. Hay el sentir de que al ICBC no le interesa, ni le importa, la cultura ensenadense ni el patrimonio cultural de nuestra ciudad.


La realización del mural "El Muelle”, de Estela Hussong e Ivette Vaillard, fue larga y difícil; si logró concretarse fue gracias a la voluntad, constancia y esfuerzo de Natalia Badán

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