NACIONAL
Van por más generaciones de niños
AGENCIA REFORMA
Monterrey, N. L.
Una perica, unas pinzas, un tornillo de banco y unas llaves para arreglar bicicletas, forman parte del primer inventario que Julio Cepeda escribió el 4 de noviembre de 1954.
Justo cuando regresaba de participar en una carrera de ciclismo internacional, Cepeda anotó en tres hojas membretadas del Comité Olímpico Mexicano todo lo que requería para abrir su primer negocio: un taller de bicicletas.
Así empezó uno de los forjadores de la historia empresarial de Nuevo León.
"En noviembre de 1954 me separé de la empresa donde trabajaba y puse el taller de reparación de bicicletas, pero como me separé en muy buenos términos de la empresa, ellos me mandaban las bicicletas que importaban, así que en el día yo reparaba bicicletas y en la noche, además, ensamblaba", recuerda.
Cepeda platica que optó por un taller de bicicletas, derivado a los conocimientos adquiridos en el ciclismo, en donde participó y consiguió varios triunfos, de manera individual y con la primera Selección Nacional.
Como ciclista cruzó varias metas, y como empresario también.
Al negocio de reparación y de ensamble le añadió la venta de bicicletas y juguetes.
"Ahí empezó todo", dice.
En los 80 abrió una fábrica de bicicletas con su marca Cinelli, las cuales vende tanto en sus jugueterías como en otros establecimientos.
En 62 años su cadena ha atendido a varias generaciones de niños, y va por más.
Actualmente cuenta con 54 tiendas en 14 Estados del país, pero el objetivo es acelerar la expansión.
"Estamos abriendo cuatro tiendas al año, pero queremos abrir seis, incluso, si podemos, irnos hasta ocho", revela.
Aunque sus hijos están en el negocio, Cepeda se niega a retirarse, y a sus 85 años todavía se le ve recorriendo los pasillos, supervisando que cada juguete esté en su lugar.
Monterrey, N. L.
Una perica, unas pinzas, un tornillo de banco y unas llaves para arreglar bicicletas, forman parte del primer inventario que Julio Cepeda escribió el 4 de noviembre de 1954.
Justo cuando regresaba de participar en una carrera de ciclismo internacional, Cepeda anotó en tres hojas membretadas del Comité Olímpico Mexicano todo lo que requería para abrir su primer negocio: un taller de bicicletas.
Así empezó uno de los forjadores de la historia empresarial de Nuevo León.
"En noviembre de 1954 me separé de la empresa donde trabajaba y puse el taller de reparación de bicicletas, pero como me separé en muy buenos términos de la empresa, ellos me mandaban las bicicletas que importaban, así que en el día yo reparaba bicicletas y en la noche, además, ensamblaba", recuerda.
Cepeda platica que optó por un taller de bicicletas, derivado a los conocimientos adquiridos en el ciclismo, en donde participó y consiguió varios triunfos, de manera individual y con la primera Selección Nacional.
Como ciclista cruzó varias metas, y como empresario también.
Al negocio de reparación y de ensamble le añadió la venta de bicicletas y juguetes.
"Ahí empezó todo", dice.
En los 80 abrió una fábrica de bicicletas con su marca Cinelli, las cuales vende tanto en sus jugueterías como en otros establecimientos.
En 62 años su cadena ha atendido a varias generaciones de niños, y va por más.
Actualmente cuenta con 54 tiendas en 14 Estados del país, pero el objetivo es acelerar la expansión.
"Estamos abriendo cuatro tiendas al año, pero queremos abrir seis, incluso, si podemos, irnos hasta ocho", revela.
Aunque sus hijos están en el negocio, Cepeda se niega a retirarse, y a sus 85 años todavía se le ve recorriendo los pasillos, supervisando que cada juguete esté en su lugar.
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