Palabra
El cuerpo del bailarín en la danza teatral Parte II
Durante varios siglos -desde el Renacimiento hasta el Romanticismo- estuvo protagonizada por el ballet clásicoPor Minerva Muñoz Rodríguez
La danza teatral (que se realiza desde y para un escenario y ser vista por un público) ha tenido grandes transformaciones a través de los tiempos.
Durante varios siglos -desde el Renacimiento hasta el Romanticismo- la danza teatral estuvo protagonizada por el ballet clásico.
Este fue un período de sistematización generalizado y reconocimiento del yo. Se destacaron las ideas de Descartes de jerarquizar la razón sobre la práctica, el espíritu y lo sensual y sensible del cuerpo humano.
Con la máxima "pienso, por lo tanto existo”, el hombre fue sublimado a una especie de dios, en contacto directo con lo divino.
A pesar de esto las maquinas se convirtieron en una sustitución del cuerpo y las herramientas en una adición éste.
Comenzó una etapa de exigencia, especialización y perfeccionamiento del cuerpo en sus capacidades físicas e intelectuales cada vez mayor.
Se decía que el arte es un producto de la mente -de sus facultades más amplias y sus sentidos mas nobles- y que se dirige a las mentes.
Es comprensible entonces, que en este período se consolidara la formal y codificada técnica clásica. En esta tradición se crearon grandes obras que formarían el repertorio clásico que trasciende hasta la actualidad.
La transición entre los siglos XIX y XX, fue una época de constantes transformaciones sociales, políticas, ideológicas, científicas, tecnológicas y culturales.
Los artistas precisaban de otras formas de expresión, que reflejaran las preocupaciones de la época moderna, con un lenguaje personal y social fuera de los criterios estéticos y artísticos tradicionales.
Bailarines y coreógrafos comenzaron a expresarse libremente fuera de las convenciones, estructura rígida y movimientos codificados del ballet clásico.
Introdujeron vestuarios más sobrios, dejaron de lado las zapatillas de punta de ballet y el tutú (la falda rígida, ligera y vaporosa en forma de disco confeccionada de varias capas de tela).
Con movimientos naturales, libres y orgánicos los pioneros de la danza moderna pusieron el énfasis en la expresión individual cambiando los temas, contenidos, procesos coreográficos y por supuesto el movimiento corporal, renovando la manera de abordar la danza escénica y algunos aspectos del cuerpo.
La danza moderna
Loui Fuller conocida como la mariposa de luz, proyectaba luces multicolores en sus vestidos con gran vuelo creando bellos efectos visuales e imágenes sobre el escenario. Fue una innovadora al utilizar los avances científicos y tecnológicos de su tiempo -como fue la electricidad, incorporando bombillas adicionadas con sustancias químicas para generar las luces de colores en el escenario-, en los diseños de iluminación y desarrollando nuevos modos de producción teatral.
A principios del siglo XX, la danza moderna se dividió y extendió en dos ramas principales dando como resultado estilos y propuestas muy variadas.
Inspirada en la mitología griega y el pensamiento de Nietzsche y Schopenhauer, la danza de Isadora Duncan se caracterizaba por un sentido espiritual, desde un movimiento libre e interior.
Precisamente fue ella quien expandió las calidades y tipos de movimientos en la danza surgidos desde el espíritu y el alma, dejando de lado los estorbosos corsets y las zapatillas de ballet, remplazándolas con túnicas griegas, sandalias o pies descalzos y el cabello suelto que permitieran el movimiento libre y mostraran la naturalidad del cuerpo.
Sin embargo, aún con este nuevo enfoque el cuerpo siguió estando sujeto a la idea de maquina que debe ser perfeccionada; los procesos industriales, sociales y humanos debían simplificarse.
La mente es entrenada como compiladora de información y el cuerpo como la maquina perfecta que lo contiene.
Contribuciones a la danza
Una figura fundamental en la codificación de la danza moderna fue Rudolf von Laban quien estudió el espacio, el movimiento y su interelación, así como los modos y calidades para favorecer la eficiencia motriz del cuerpo humano, además de un sistema de escritura para la danza.
Grandes contribuciones a las técnicas modernas fueron hechas por Martha Graham y Doris Humphrey. El ciclo de la respiración en relación a la contracción y relajación del centro del cuerpo, los principios del movimiento percutido y la memoria motriz, son los pilares de la teoría y práctica desarrollados por Martha Graham.
Además, Doris Humphrey hizo grandes aportaciones investigando los principios de la danza basados en tres momentos esenciales del movimiento: la caída, recuperación y en la cúspide del movimiento, la suspensión.
Ambas, desarrollaron teorías y aspectos filosóficos del movimiento que fueron vitales en el establecimiento de la danza moderna, en su proceso evolutivo y que están arraigadas hasta nuestros días.
Como se puede ver las fuerzas creativas, interpretativas, de investigación y desarrollo dominantes en la consolidación de la danza moderna son femeninas.
Fue gracias al enfoque de Isadora Duncan, Mary Wigman, Denishawn (Ruth ST. Dennis y Ted Shaw) -grandes artistas de la segunda generación- incluyendo a Martha Graham, Doris Humphrey y Jose Limón, entre otros, que se instauró y codificó la danza moderna.
El cuerpo paso de ser un elemento para representar historias sobre grandes personajes de la tragedia griega y la realeza, a ser un instrumento (algunas veces deshumanizado) y medio de expresión capaz de reproducir temas muy variados e ideas abstractas de interés personal y social del coreógrafo.
"La danza moderna: un poco de libertad para el cuerpo”.
Bailarina y maestra en Ciencias Físicas y Artes.
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