La armonía de la esferas

Depende del sapo el beso

domingo, 31 de julio de 2016 · 00:00
Por Rod Moro

Continuando con esta segunda entrega de talentos locales he tenido el placer y gusto de entrevistar al pintor ensenadense Enríque Minjares, un artista que radica desde hace varios años en la Ciudad de México y que tiene un acercamiento al arte a través de su trabajo atípico, llevándolo a lugares no tan predecibles.

Enrique comenzó a estudiar dibujo desde niño, con el maestro Pedro Peralta, con quien continuó su aprendizaje hasta los 18 años.

De ahí se mudó a la Ciudad de México para estudiar la carrera de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde logró la formación académica necesaria para después desarrollar intereses propios.

Dentro de esos años de estudio, desde sus inicios en el arte hasta avanzada su carrera, Enrique fue reconocido como un personaje importante quien  le mostró muchas corrientes artísticas de vanguardia y muchas miradas al artista Gerardo Yépiz (Acomonchi Art), y como respuesta, Yépiz le ayudó realizar su primer sitio en Internet.

Acomochi publicó los primeros dibujos de este pintor en un fanzine (revista) editado por él mismo, y mostró otros medios de expresión artística contemporánea como el arte postal y las calcomanías.

Violencia en bonito 
Un artista responde al contexto social, geográfico e histórico al que pertenece, y Enrique no es la excepción, pues si bien tiene una formación académica seria, una vez adquirido ese conocimiento técnico de escuela, a la hora de crear sus obras tiene un acercamiento diferente que no necesariamente es tan rígido en sus creaciones, precisamente busca romper con ciertas ideas, estructuras y moldes dentro del arte para adquirir una voz propia, eso es lo interesante de su trabajo, mismo que se vuelve completamente vivencial y cae en la experimentación personal de este artista.

Aunque su obra abarca más allá de la pintura, en términos generales es bidimensional y como parte de un estilo personal se perciben elementos recurrentes como paisajes, luz,  explosión y lo que él le gusta llamar "la violencia en bonito”.

Un melómano irremediable
Algo interesante de este pintor es su pasión por la música, es una persona con un exquisito gusto musical y una gran colección de discos, un melómano irremediable que trabaja largas jornadas siempre escuchando música.

Es curioso como planea sus sesiones de trabajo por discos y lo eclécticas que pueden ser, algo que denota una especie de orden dentro de ese "desorden artístico” que pudiera proyectar en algunas de sus obras. 

Y es aquí que "Depende del sapo el beso” pues este artista no tiene un método exacto y repetible para trabajar, se adapta a las necesidades de cada obra que crea y como se va dando el camino de forma natural.

Enrique actualmente se encuentra trabajando una pieza interesante que mezcla muchos de sus gustos e intereses.
"Hace unos años dejé pausada una serie en la que pintaba paisajes verdes haciendo referencia al filtro de visión nocturna, como las imágenes que vemos de las guerras a través de los noticieros. He retomado esta serie y la he trabajado en diferentes soportes y el imaginario a representar se ha expandido a fotos desde aviones, torres en la ciudad, televisión y video stills”, explica Minjares. 

Cominicólogo e integrante de Noisy Monkey. 
@mondbaum1

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