Poesía en Ensenada

En Ensenada en los últimos años se ha manifestado un deseo intenso por la lectura y la escritura, particularmente por la poesía. 

Los poetas locales decidieron abrir espacios para recitales y publican periódicamente sus poemarios. Hay algunos talleres de escritura, pienso en el de Lauro Acevedo que tiene permanencia y que imparte el poeta por el puro compromiso de hacer amar la literatura.

Otro espacio tradicional para escuchar las voces de los poetas es Mares de Tinta, que año con año presenta durante varios días recitales de escritores locales e invitados de otras ciudades, y el de este año rindió homenaje a la maestra Graciela Albert, incansable promotora de la literatura y la poesía.

RadioAsta -Guillermo Tapia- hizo una producción radiofónica de Voces del Puerto con lectura al aire libre de poetas locales y ha hecho posteriores grabaciones de poemas en distintas voces.

El grupo Pluma Joven tiene un festival del libro usado cada año, el LibroFest, que ha ganado mucha afluencia en cada emisión para su trueque de libros y como ésta promueve otras actividades literarias particularmente con jóvenes.

En la Peña Coincidir siempre hay presentaciones de libros y micrófono abierto para quienes gustan de compartir sus textos.

Mailo Rodríguez edita cada mes fanzines (revistas temáticas) con obra gráfica y textos; en un esfuerzo de difusión y por amor al arte.

El Encuentro de Poetas Golondrinas es en el verano e inició en La Tarima Café para poetas radicadas en Ensenada y visitantes de Tijuana y San Diego y lleva dos emisiones.

El Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo se ha realizado desde hace siete años en diferentes espacios, con recitales de poetas de Tijuana y Ensenada y otras expresiones artísticas y se organiza entre la sociedad, por el puro deseo de cooperar.

Se han llevado lecturas de poesía a salas de espera del Seguro Social, se ha hecho susurro de poesía en las calles, se han montado tendederos poéticos y se han pintado bardas con versos. 

También se hacen esfuerzos editoriales como el de Sinergia Editores para publicar poemarios y hacer talleres para niños en diferentes escuelas y otros espacios.  

No puede dejar de mencionarse el programa de Lectura en Voz Alta, semillero de lectores, lo mismo que el Paralibros del Parque Revolución, siempre nutrido. 

Es interesante notar que la actividad promotora se ha llevado a cabo por los propios poetas y escritores, la mayor parte de las actividades no son promovidas por instancias culturales y últimamente la poesía también está siendo llevada a los viñedos, donde de mano de la pintura comienza a tener un espacio, como la reciente exhibición del maestro Francisco Merino en la cava Tres Mujeres.

Ensenada tiene ese bullicio por el arte y el quehacer literario. Esperemos que los esfuerzos crezcan para lograr hacer venir a los escritores -tantos- que no saben que Ensenada los espera con los brazos abiertos para conocer y aprender de esos caminos de tinta y papel donde se recogen, una por una, las emociones que nos regala la vida. 

Ser poeta es un compromiso grande con la literatura y la comunidad, es ser voz para otros y llevarla a todas partes, es conocer las raíces literarias, enormes, que nos han hecho brillar en la literatura universal.

Lecturas en la calle, en el parque, en los cafés y en las cantinas sorprenden a la comunidad con un pequeño espacio donde la emotividad y la palabra se encuentran con el espíritu para alejarla un poco del tráfago cotidiano. Y porque el arte es tan importante como el aire y la poesía tan luminosa como el sol, le deseamos larga vida a estos esfuerzos de la sociedad civil por hacer de nuestro entorno un mejor espacio.

Yo por mi parte reclamo a Ensenada para la poesía, para el arte, para la paz.

liz.durand.goytia@gmail.com