Música experimental, esfuerzo de todos

La Semana de Improvisación La Covacha (SILC) es un festival que durante una semana promueve la fusión de diversas artes
domingo, 18 de febrero de 2018 · 00:00

Por Estefania Ibañez

Son pocos festivales enfocados a las artes los que se realizan en Ensenada. Se lleva a cabo uno bastante singular cuya naturaleza es la fusión de diferentes expresiones. 

La Semana de Improvisación La Covacha (SILC), es un festejo que se realiza año con año gracias a la visión y compromiso de los coordinadores y artistas invitados.

Es un festival promotor principalmente de la música experimental e improvisada, ligada al género del jazz y otras tendencias. Sin embargo, su enfoque es interdisciplinario, dado que figuran igualmente las artes plásticas y la danza, origina una travesía extravagante, pero sofisticada.

Los responsables de organizar con exactitud y calidad los conciertos y talleres que comprende este festejo son los músicos Iván Trujillo y Wilfrido Terrazas, la artista plástica Esther Gámez y la promotora Julia Chávez.

Si bien ellos son la imagen principal, reciben el apoyo de algunas instituciones como la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), espacios privados independientes y en gran magnitud, la voluntad de los artistas nacionales e internacionales, quienes convidan su conocimiento y carácter.

La quinta edición transcurrida en el 2018 fue diferente. Los coordinadores expresaron más entrega, pues es evidente su anhelo de acentuar en la ciudad el festival único en el noroeste de México.

Programa internacional

La SILC de este año tuvo un repertorio de conciertos más extenso; la suma de clases maestras y un Taller de Improvisación con duración de tres días, dedicado a jóvenes estudiantes de música y músicos ya establecidos.

El programa de espectáculos musicales se caracterizó por los ritmos libres y espontáneos. Uno de ellos fue el Concierto y dibujo en vivo. Las piezas de la velada las interpretaron Héctor Murrieta (CDMX) en la guitarra y Camilo Ángeles (Perú-Argentina) en la flauta, mientras que Esther Gámez realizó grabados en papel.

En la Sala Ernesto Muñoz Acosta del Centro Estatal de las Artes (Ceart), se presentó el Wilfrido Terrazas Sea Quintet y Roberto Romero (Tj).

Los seis músicos en escenario unieron sus cualidades sonoras para interpretar al estilo experimental; característica también propia de la bailarina de danza Julia Färber, quien los acompañó.

Presenciar uno de estos conciertos, en el que dos artes se fusionan, es experimentar un acervo de sonidos que pueden sonar extraños, teniendo en cuenta que al comienzo la música transita con resonancia tenue, pero en el trayecto aumenta su intensidad.

Los siguientes festejos consistieron en conciertos a cargo de Maki & Katja, Stephanie Richards (NY/SD) y Andrew Munsey, así como Bernal Terrazas Dúo (CDMX/SD), Peter Kuhn Trio (SD) y

Nathan Hubbard (SD) y Steuart Liebig (LA).

Lo que implica el festival

Para poder realizar el festival y que nuevo público visite cada edición, los coordinadores proponen como parte del repertorio: conferencias, proyección de documentales, exposiciones fotográficas, talleres y conciertos.

Según datos de la promotora Julia Chávez, destacó que los festejos de la quinta edición atrajeron aproximadamente 300 personas y los precios fluctuaron entre los 100 y 200 pesos, aunque en algunos espacios no se cobró la entrada.

Previo al arranque de cada SILC, los cuatro socios deben programar las agendas de los participantes, promocionar el evento y hacer acuerdos con patrocinadores de alimentos, por mencionar sólo algunos puntos.

El monto invertido para cubrir los gastos indicados es el recurso personal que tienen los organizadores, no obstante, gracias a la aportación de los artistas foráneos y el apoyo de instituciones privadas y gubernamentales, se puede llevar a cabo, debido a que ciertos escenarios no tienen un costo de uso y los músicos pagan sus boletos de medios de transporte y estancia.

Flexibilidad para llegar al objetivo

La organización de la SILC en ocasiones tiene dificultades, dijo Julia Chávez, sin embargo, los patrocinios y la noble disposición de quienes participan, aumenta la calidad del festival.

“Los artistas son muy flexibles y nos han apoyado mucho durante las cinco ediciones. Vienen desde Estados unidos y CDMX con sus propios recursos, para impulsar lo que se hace aquí, por ello estamos muy agradecidos con ellos y con el público que cada año es más constante.

“Sabemos que es difícil educar nuestros oídos, pero es satisfactorio saber que hay personas que se interesan y asisten. Estamos agradecidos con cada persona que compartió y fue al evento, y con periódico El Vigía, porque es el único diario que nos voltea a ver”, comentó Chávez.

El reto de coordinar la SILC es grande. Conforme los coordinadores expandan su panorama aumentarán los desafíos.

También es evidente cómo se manifiesta la calidad y excelencia en las ediciones, aún siendo un festival pequeño en la ciudad.

Cada año sería de gran apoyo que los organismos gubernamentales y privados, así como el público volteen a ver el festejo, previo a su realización y durante el transcurso.

...

Galería de fotos

Comentarios