Mundo Digital

Sergio Castro Becerra/COLABORACIÓN*

scastro@cetys.edu.mx

 

Nuestra península de Baja California es muy bella. En el contexto mundial, resalta a nuestro país en los mapas y globos terráqueos. En las fotos que se han tomado desde el espacio se aprecia majestuosa e impactante. EI recorrerla desde la frontera norte hasta Los Cabos es un deleite y un privilegio.

Si bien es cierto que en la historia de México la participación peninsular es mínima, los conflictos del país, tanto internos como externos, han afectado enormemente a Baja California a lo largo de la historia.

El solo nombre de la península, Baja California, nos indica que alguna vez existió una Alta California. La inmigración masiva a partir de la segunda mitad del siglo pasado ha contribuido determinantemente en el desarrollo de esta región del país. La lejanía, el mar, y lo inhóspito del desierto que nos separa del resto del país no atraía a mucha gente antes de ese periodo, pero la historia regional previa a esa época de migración masiva también es muy interesante.

La guerra contra Estados Unidos (EU) fragmentó al territorio de California. México se quedó con una porción territorial muy pequeña de la Alta California, y la incorporó a lo que hoy es el estado de Baja California.

La difusa línea que separaba a la Baja de la Alta California se encuentra en unas ruinas llamadas Misión San Miguel Arcángel de la Frontera ubicadas en el poblado La Misión, que hoy es la separación (también difusa) de los municipios de Rosarito y Ensenada.

Al igual que la Alta California, en la Baja California los primeros pobladores de origen europeo fueron soldados y misioneros españoles. La población autóctona también era escasa, por estos lugares no existían civilizaciones como en el centro del país, eran más bien tribus.

Los misioneros fundadores de nuestra región mantenían a raya a los soldados, restringiendo al máximo los abusos de estos hacía a la población autóctona. Una consecuencia de ello es que el mestizaje por acá fue mínimo.

El historiador Baja Californiano Pablo L. Martínez presentó en 1965 una exhaustiva y excelente documentación de los registros públicos de los primeros pobladores de la Baja California, investigación que aún hoy sigue siendo fuente obligada de toda investigación histórica sobre la región.

Este fabuloso libro se titula "Guía familiar de Baja California, 1700-1900”. El libro está agotado, es de colección. Hay tan pocas copias disponibles que la biblioteca de la Universidad de California en San Diego sólo permite su consulta dentro de sus instalaciones, en un área controlada.

La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) tiene cuatro ejemplares del libro en Mexicali.

Martínez rescató en lo posible el contenido histórico de fes de bautismo, actas de matrimonio, actas de nacimiento y demás registros que ya estaban en estado deplorable por el paso de los años, humedad e inclemencias del tiempo.

Afortunadamente el libro ya esta disponible en línea gracias a los esfuerzos del estado de Baja California Sur. Puede consultarlo en bcs.gob.mx/archivohistorico/guia/guia.pdf.

Los descendientes de las familias originarias de Baja California llevan los apellidos Ceseña, Pedrín, De La Toba, Higuera, Aguilar, Mendoza, Castro (este autor es bajacaliforniano de octava generación) y Fiol entre otros. También hay apellidos extranjeros, los cuales ya son regionales, como Hastings, Collins, Leggs, McClish, Gavarine, Robinson, Green, Ritchie, Mouet y Kennedy por mencionar algunos.

Algunos de estos apellidos posteriormente fueron castellanizados, por ejemplo Collins se convirtió en Colín, McClish se convirtió en Maclis.

Existe una anécdota respecto a los primeros seis apellidos extranjeros en la lista de arriba, Martínez explica que: "Los descendientes actuales de algunos de estos seis extranjeros alegan que sus predecesores eran estudiantes ingleses que habían sido secuestrados y embarcados por la fuerza, pero esto puede o no ser cierto”.

Martínez no es el único que duda de esta versión. No hay registro conocido que documente la veracidad, pues de Inglaterra no ha surgido registro de su matriculación universitaria.

Kristine Quintero, historiadora de la genealogía McClish, tiene la teoría de que estos seis individuos en realidad fueron marinos aventureros ingleses que habían participado en la guerra de independencia de Chile, que al hacer escala en Cabo San Lucas, de un viaje hacía Estados Unidos, saquearon una iglesia y aterrorizaron a la población local.

Al decidir quedarse, en vez de pregonar que eran los saqueadores, prefirieron inventar la teoría del secuestro.

Así como el registro en la imagen, el libro cuenta con más de catorce mil entradas. Qué bien sería poder ver los registros mismos en su estado actual. ¡Es posible! No sé si fue Martínez quien obtuvo también la copia fotostática a los registros, lo ignoro. Pero están disponibles de manera gratuita en el sitio familysearch.org.

Encontremos el registro de arriba.

-Lo primero que hay que hacer es seleccionar la herramienta de búsqueda (botón "Search”, al medio). Una vez que se entra, a la derecha de la página se encuentra un mapa, al posicionar el ratón sobre México ocasiona que el país se ilumine en el mapa, lo cual indica que podemos escogerlo para ver los registros de México.

-Al seleccionar el país aparece luego un menú con los nombres de los estados. En el caso de Baja California, esta representa a los dos estados peninsulares. Aparecerán luego unos campos que en la mayoría de los casos para Baja California no funcionan, hay que ignorarlos e irnos al final de la página y escoger la liga: Mexico, Baja California and Baja California Sur, Catholic Church Records, 1750-1984. Allí se encuentran cerca de 30 mil imágenes.

-Al escoger la opción luego se despliegan en pantalla los nombres de varios poblados. Si escogemos San José, aparecerán registros de bautismos de diferentes épocas, así como un registro de matrimonios.

Al escoger el de matrimonios hay que buscar un índice, navegando por las páginas, una por una. El índice indica que el matrimonio Aguilar-Castillo está en la partida número 33.

Por otro lado, el gobierno de EU ha liberado los registros de los cruces fronterizos de México a los Estados Unidos que se dieron entre 1895 y 1964. Están disponibles en www.ancestry.com.

Este sitio no es gratuito, sin embargo, ofrece un período de prueba de 14 días. Es muy interesante, allí se encuentran fotos y anécdotas que ni los familiares tienen.

El portal incluye los cruces por todas las garitas de la frontera México-EU. Para esta nota extraje un registro que data de 1932. El 18 de abril cruzó hacía EU por la garita de Caléxico el entonces secretario del trabajo y futuro presidente de la republica Abelardo L. Rodríguez.

Si a usted le interesa empezar a construir su árbol genealógico el sitio www.familyecho.com es una excelente opción, es gratuito y muy fácil de utilizar y construír. Las futuras generaciones agradecerán toda información que podamos heredarles, tenemos las herramientas a la mano.

Si usted desea mayor información no dude en contactarme. Si usted es descendiente o tiene información, sobre los hermanos (Federico, María Jesús, Crispina, María del Rosario, Jesús, Amparo) Castro Maclís, originarios de El Triunfo, Baja California Sur, mucho agradeceré el que la compartan conmigo. El apellido Maclís tiene varias variantes en su sintaxis, puede ser Maclíz, Macklis, Macklíz u otros. Fueron hijos de José María Castro y Narcisa Maclís. El libro de Martínez solo contiene datos de Crispina.

PREV0207_MUNDODIGITAL_CORT (1)

Ejemplo de un registro en libro de Martínez (página 266) es el del matrimonio Aguilar-Castillo en la parroquia de San José del Cabo. En el documento se lee:

"Juan Aguilar y Narciza Castillo, C. el 1ro de Feb. De 1825. Él, de nacionalidad irlandesa, bautizado en esta iglesia (cuyo verdadero apellido era el de McClish o Maclís, como se puso en español); ella, h. de Meregildo Castillo y de Perfecta Martínez, de Rancho Viejo (Miraflores).- P. Tomás de Ahumada.”

PREV0207_MUNDODIGITAL_CORT (2)

Un registro que data de 1932, da cuenta del cruce hacía EU por la garita de Caléxico, del entonces secretario del trabajo y futuro presidente de la republica Abelardo L. Rodríguez.