ECONOMÍA Y POLÍTICA

Ensenada merece un mejor carnaval

Por Rolando Daniels Pinto
lunes, 19 de febrero de 2018 · 00:00

Con esos mediocres carnavales, nos exhibimos como ineptos hasta para divertirnos

Arcángel Rojo


De acuerdo a un sondeo de opinión publicado en “ensenada.net”, el carnaval recientemente concluido obtuvo más indiferencia y rechazo que simpatías; el 40% de los declarantes manifestó no haber asistido, otro 40% respondió que no le gustó, mientras que sólo al 20% sí le agradó dicha festividad.

Según la Secture, el Carnaval de Ensenada tuvo una asistencia de 180 mil paganos, de los cuales la mitad fueron fuereños; entonces, sólo 90 mil ensenadenses asistieron, de los cuales nada más a 30 mil les agradó el carnaval y a 60 mil no les gustó; es decir, poca asistencia local y la mayoría insatisfecha.

¿Cómo mejorar la calidad del Carnaval de Ensenada para superar su mediocridad crónica? Muy fácil, dejándolo de concebir como un negocio para unos cuántos particulares y con planeación e inversión desde el gobierno municipal, rescatando al Comité de Festejos (Comife) con presupuesto suficiente.

De otra forma, el gobierno municipal debe asumir el control del carnaval y dejar de concesionarlo para que solo unos cuántos hagan negocio privilegiando la recuperación de su inversión (algo que siempre aseguran no sucede), sin importarles la satisfacción del respetable que en su mayoría queda molesto.

Debe ser el Comife junto con la Dirección de Administración Urbana, quienes definan la zona de festejos donde menos se impacte la movilidad urbana; asimismo, el Comife debe ser quien contrate desde ya el elenco artístico del próximo carnaval, asegurando variedad y calidad para todos los gustos.

De la misma forma, el Comife debe convocar a todas las escuelas o academias de baile en el municipio para que participen con comparsas y ofreciéndoles atractivos premios a los tres primeros lugares; algo similar debe hacerse para quienes acostumbran a participar con los carros alegóricos, dejando toda esa parte de la organización en manos de asociaciones u organismos sin fines de lucro.

Otra parte a cuidar es que los precios de los bienes y servicios ofertados en la zona de festejo sean accesibles a todo el público; por ello debe permitirse la competencia, no concesionar nada; el objetivo central debe ser la diversión del respetable y el acceso a productos de su gusto no a una sola marca.

Por ejemplo, concesionar la venta de cerveza a una sola empresa, obliga al asistente a consumir algo que quizá no es de su pleno agrado, en tanto que prohíbe a otras marcas comerciales y a las cervecerías artesanales el vender su producto, siendo ello contrario a la Ley Federal del Competencia Económica.

Más allá de las ideas aquí plasmadas – las cuales quizá puedan servir de algo – lo cierto es que no se debe seguir improvisando en la organización de un festejo tan importante para Ensenada y con gran potencial para promover el turismo y productos locales; por ello su organización debe iniciar ahora.

El gobierno municipal debe entender que la inversión a realizar no la va a recuperar de inmediato, porque no está para hacer negocios. Invertir en un elenco artístico de calidad, en premiar a comparsas y carros alegóricos, así como en la realización de los desaparecidos Juegos Florales tiene el propósito no solo de organizar una fiesta decente para los ensenadenses, sino de promover a Ensenada en el exterior.

¿Acaso será mucho pedir se ponga el interés de la población por encima de la política y los negocios?

rdanielspinto@hotmail.com

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