BUFADORA

Cuando el priista, Heladio Ramírez López fue gobernador del Estado de Oaxaca (1986-1992), a principios de la década de los noventa realizó una gira de trabajo por el sur del municipio de Ensenada, donde sostuvo una reunión con el entonces mandatario estatal de Baja California, el panista Ernesto Ruffo Appel. Y los temas que abordaron se relacionaban con la problemática que enfrentaban los jornaleros agrícolas migrantes en el Valle de San Quintín, toda vez que la mayoría de ellos son oriundos de Oaxaca; sin embargo, lo que más llamó la atención a los periodistas locales que cubrieron ese evento, fue la larga lista de peticiones que Heladio Ramírez le hizo a Ruffo Appel para que atendiera mejor a sus paisanos en esta región fronteriza, al grado de señalar que era una obligación de la administración blanquiazul garantizar la salud, educación, trabajo y vivienda de los trabajadores del campo, derechos que por cierto en Oaxaca son letra muerta, razón por la cual encabeza la lista de Estados expulsores de mano de obra.

Y a pesar de los cínicos reclamos del gobernante de origen mixteco, las autoridades de Baja California presentes en la reunión, incluido el propio Ruffo Appel, optaron por no contestar y sólo un funcionario del sector salud, hoy jubilado, se atrevió a comentarles a los reporteros ensenadenses que no era justo demandarle a Baja California lo que Oaxaca no podía cumplirle a su gente, porque ningún jornalero llegaba a San Quintín con torta bajo el brazo, y mucho menos su gobierno destinaba recursos para dignificar su estancia en los campos agrícolas del sur de Ensenada.

Así que Ensenada y Baja California le resuelven desde hace décadas un problema a Oaxaca… y por cierto, ¿alguien sabe el monto de las remesas que mensualmente envían los jornaleros de San Quintín a su tierra natal?, pues lo que sí está claro es que Ensenada no recibe recursos extraordinarios de la federación o de Oaxaca para mejorar las condiciones de vida de esos trabajadores migrantes. ¿La eventual municipalización de San Quintín resolvería esta situación?

Señalamos lo anterior porque la conmemoración del tercer aniversario de las violentas protestas en el Valle de San Quintín apenas logró convocar el sábado pasado a un puñado de jornaleros, lo que confirma que los dirigentes del movimiento se dividieron y perdieron credibilidad… ¿o será que se les acabó el patrocinio de Miguel Ángel Mancera y de las empresas estadounidenses de frutos rojos de Florida que compiten con otras compañías americanas asentadas en San Quintín? Si las necesidades y rezagos de los jornaleros migrantes siguen siendo los mismos en la región sur de Ensenada, ¿entonces por qué menos de 50 salieron a “protestar”? Hace tres años -tras las manifestaciones masivas-, visitaron San Quintín los dirigentes de la CNTE, Gerardo Fernández Noroña y en la Ciudad de México el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera recibía a los líderes de los jornaleros, incluso hasta fue el padrino de su naciente sindicato y esas imágenes aparecían en las portadas de los diarios capitalinos, pero ahora ninguno de estos personajes se volvió a aparecer, no obstante que según ellos el sur de Ensenada era “el infierno” de los campesinos mexicanos.

Es verdad que en San Quintín hay todo por hacer, que es una zona de contrastes sociales muy marcados, que se requiere con urgencia infraestructura educativa, de salud, y sobre todo resolver el abasto de agua, pero es innegable que es una región de gran potencial y tierra de oportunidades.

Cuchillito de palo
¿Por qué no reparan o renuevan las cámaras de video-vigilancia policiaca en la mancha urbana de Ensenada?

Queda a deber
El presidente nacional de la Coparmex, el bajacaliforniano Gustavo de Hoyos Walther, afirmó que el sexenio del mandatario Enrique Peña Nieto “quedó a deber” en materia de Estado de Derecho y dijo que hubo un retroceso en materia de seguridad.

Al participar la semana pasada en la toma de protesta del consejo directivo de la organización en Yucatán, señaló que cuando se refiere a Estado de Derecho habla de inseguridad, corrupción e impunidad.

“Mucho de lo que se avanzó en los años previos, en los 15 o en los 12 años previos, se perdió este sexenio.

“Se perdió en materia de seguridad porque un error grave de diagnóstico (fue) la decisión de concentrar las tareas de seguridad en la Secretaría de Gobernación, más allá de las personas, hay que decirlo con claridad, fue un grave error”, aseveró.