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Información que cura

Por Alfonso Torres Chávez
sábado, 16 de noviembre de 2019 · 00:00

Estados Unidos siempre se ha inmiscuido en la política interior de diversos estados. Lo que está pasando en Bolivia en estos momentos no es sólo consecuencia del hartazgo, sino que podría tener ciertos visos de intervencionismo.

Un documental de la productora canal seis de julio titulado 1968: La Conexión Americana ha puesto al descubierto la intervención del gobierno de Estados Unidos con sus agentes de la CIA en México en el movimiento estudiantil de 1968.

Hay toda una serie de circunstancias que llaman poderosamente la atención: en primer término desde 1967 el FBI pronosticaba que pronto habría una revolución en México. Sin pruebas J. Edgar Hoover acusaba a los países de ideología comunista de intervenir en una conspiración para provocar un movimiento armado en el país. La revista US News and World Report reportaba que un grupo subversivo alentado por el extranjero tenía preparativos armados en México.

En nuestro país había otros problemas: el embajador de Estados Unidos en México, Fulton Freeman le envía un memorándum al consejero de seguridad nacional del presidente Johnson notificándole que las embajadas de Rusia y Cuba daban apoyo al Consejo Nacional de Huelga.

Algunos historiadores afirman que podían haber enviado dinero también para apoyar al movimiento. Lo que resulta innegable es que la CIA y el FBI desde 1967 ya estaban llevando a cabo operaciones de espionaje en territorio nacional. Hay que recodar además que el gobierno de Estados Unidos impuso 9 dictaduras militares en América Latina: en 1954, la CIA colabora para dar un golpe de Estado al presidente de Guatemala Jacobo Arbenz, en 1973 Uruguay y Chile serán sometidos a dictaduras militares mediante operativos realizados por la CIA en esos países.

Cabe apuntar además que la mayoría de las dictaduras o juntas militares en América Latina fueron apoyadas por el gobierno de Estados Unidos a través de sus organismos de inteligencia.

Manuel Díaz Escobar, fue subdirector de servicios generales del DF, Díaz Escobar manejaba 14,000 personas. Díaz Escobar después fue asignado a otros puestos y luego se convirtió en líder de Los Halcones, responsables del jueves de Corpus en 1971.

Ballesteros Prieto fue agregado militar y también participó en las operaciones militares contra los estudiantes coordinando grupos de choque.

Finalmente tuvo un infarto en enero de 1973. Díaz Escobar lo suplió a su muerte en la embajada de México en Chile durante el golpe militar contra el presidente Salvador Allende.

De esta forma existen datos poco conocidos: la mayor estación de la DINA, la policía represora de Pinochet estaba en México y recibía financiamiento y apoyo de la CIA con el conocimiento del gobierno de Estados Unidos.

Con datos como estos es posible cuestionarse si los regímenes latinoamericanos no siguen siendo –en cierto grado- manipulados o al menos existen intentos de manipulación por parte del vecino del norte.

alfonsotorr@gmail.com
 

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