Columna

XXXIV Domingo Tiempo Ordinario Ciclo C

Por: Carlos Poma Henostroza
sábado, 23 de noviembre de 2019 · 00:00

Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo

“Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino Jesús le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso”
(Lc.23, 35-43)

Hoy celebramos la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, y con esta fiesta se clausura el ciclo C de este año litúrgico. En el Evangelio hoy, Lucas, narra el bellísimo y conmovedor relato del “buen ladrón”, crucificado al lado del Señor. Él estaba junto a Cristo en la cruz reconoce la diferencia del suplicio de Jesús y el de ellos. Ellos lo han merecido con sus acciones mientras Jesús no ha hecho nada digno de tal castigo. El ladrón reconoce que

Jesús va a entrar en el Reino y le pide que se acuerde de él. Es la confesión de fe del mesianismo de Jesús, precisamente cuando todas las circunstancias parecen desmentirlo.

Jesús le promete le salvación inmediata en el mismo día. Esa salvación consiste en estar con Él. En cierto sentido el haber sido crucificado juntos, anticipa ya esa salvación cuando uno sabe descubrir en el crucificado al Mesías. Le suplica: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. Esto es nuestra tarea cada noche antes de acostarnos: que reconozcamos nuestros pecados por un examen de conciencia y que pidamos el perdón por ellos.

Su majestad se hace patente cuando dice al suplicante: “hoy estarás conmigo en el paraíso”. Ya el hombre puede morir en la paz. Jesús lo ha reconciliado con Dios Padre. Es cómo un agonizante siente después de recibir los últimos sacramentos y se han acercado todos sus seres queridos. No se preocupa por nada; pues irá de la compañía de los santos en la tierra a la compañía de los santos en el cielo.

Tuvo que ser precisamente un malhechor el que descubriera el reinado de Jesús, y tuvo que ser en la cruz. Algunos no lo reconocieron cuando hacía milagros y él lo reconoció crucificado en un madero. Le dijo “Acuérdate de mí, Señor, cuando estés en tu reino”. Esperaba su salvación para el futuro y estaba contento con recibirla tras un largo plazo de tiempo. La esperaba para largo, pero el día no se hizo esperar. El Señor le respondió: “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Cristo es un Rey que no utiliza su poder para salvarse a sí mismo, sino para salvar a toda la humanidad, incluidos tú y yo. Todo tenemos de reconocer y aceptar a Jesús como Rey y después dejarnos gobernar por Él. Jesús es el Reino de Dios. Busquemos, pues, lo primero de todo a Jesús y todo lo demás vendrá por añadidura.

Que el amor de Dios nuestro Padre, reine en sus corazones hoy y siempre.

cpomah@yahoo.com

 

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