LA CARROCA

Crecer en familia

Por Soraya Valencia Mayoral*
sábado, 9 de febrero de 2019 · 00:00

Llegamos a febrero con buenas lluvias y mucho frío que cala hasta los huesos por tanta humedad. Según el pronóstico las precipitaciones continuarán por lo menos al veinte de este mes; mientras disfrutemos de unos días de sol de helada (la sierra está blanca de nieve), de ese sol esplendoroso que hace caer en la ilusión de mejores y más altas temperaturas. En días como estos hay que abrigarse como cebolla y hacer uso del tapabocas para evitar respirar el aire tan frío. Y sobre todo proteger a los más vulnerables, tercera edad y niños. Eso de sacar a los hijos en horas tempranas para llevarlos a la guardería y con este clima, no es de Dios.

Y viene a cuento la controvertida iniciativa del gobierno federal de retirar los recursos a los grupos y organizaciones sociales -sabemos que muchos han sido una pantalla para mantener vividores- y entre éstos van las guarderías, sobre todo las privadas. Las palabras del diputado Gerardo Fernández Noroña acerca del estado de cosas de las estancias infantiles es el resumen de lo acontecido a lo largo de los años y que hoy se destapa. Empleados sin seguridad social, uso discrecional de los recursos asignados, mala calidad en el servicio (abusos, instalaciones inadecuadas, falta de un sistema de seguridad, etc.). Pero la necesidad tiene cara de hereje y las madres de familia trabajadoras han tenido que hacer uso de este servicio porque es lo que hay. A menos que se disponga del ingreso suficiente para pagar una guardería con todas las de la ley, que sí las hay, los sectores más desfavorecidos seguirán siendo los más afectados.

No sólo en México se está apostando a que los niños permanezcan el mayor tiempo posible en el seno familiar. Hay quienes afirman que esto no contribuye al desarrollo de las habilidades sociales de los pequeños. Otros consideran que la seguridad que brinda el entorno familiar es fundamental, no se diga en los tiempos que corren. Además qué mejor espacio para desarrollar las habilidades sociales básicas que la tribu familiar. Por eso la iniciativa de entregar el dinero directamente a quien se encarga del cuidado de los niños no suena tan descabellada. Se evitan mediaciones y se asegura que el recurso llegue a las familias. Y se privilegia la seguridad de los hijos, hoy expuestos a tanto mal.

Yo no fui muy amante de las guarderías. Durante los primeros tres años mi hija estuvo en casa con una nana todo terreno que cuidó de ella cuando mamá salía a trabajar. Después ingresó al CENDI de la UV y amplió su pequeño mundo. Regresamos a Ensenada a casa de los abuelos y se rodeó de familia y del amor de los viejos y de su tía Paty. Nada como crecer en casa. Vamos a ver qué resulta de esta iniciativa. Ha encontrado resistencia en algunos sectores de la oposición que lamentablemente, por lo menos lo que se aprecia en el video de la sesión de la Cámara de Diputados, no presentan argumentos, sólo expresiones cargadas de emotividad pero sin contenido ni sustento. Todo sea por el bien de las futuras generaciones. Vale.

*La autora es mujer de letras sacras y profanas

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