LA VERDAD SEA DICHA

El día que Zedillo visitó Ensenada

Por Guillermo Hurtado Aviña
miércoles, 10 de abril de 2019 · 00:00
Se citó a los miembros del Consejo de Administración para la sesión ordinaria, y acudieron, entre otros, Enrique Mier y Terán, José Galicot Behar y Normando Novelo Bonifaz, en su calidad de consejeros.

Durante el desarrollo de la sesión, el director Ing. Fernando Castillo informa que le han comunicado que el presidente Zedillo estará en el puerto, precisamente en la explanada de la API, y que nosotros seremos los anfitriones, además de que uno del consejo deberá hacer uso de la palabra para darle la bienvenida.

Para ese efecto se propone a Enrique Mier y Terán, presidente de Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana, pero no acepta, lo mismo sucede con José Galicot, presidente del Grupo Galicot, argumentando ambos que siendo de Tijuana, se les hace muy complicado participar como oradores.

Finalmente alguien propone a Normando Novelo, gerente operativo del Hotel Estero Beach, quien al principio, un poco nervioso, dice que mejor sea otro, que él no tiene experiencia, pero se le insiste tanto que se siente acorralado, de manera que termina aceptando, con la condición de que se le haga el discurso, respecto a lo cual se le dice que no se preocupe, que se le va a ayudar.

Normando Novelo no habló a nombre del sector empresarial.

Llega el día señalado y el presidente Zedillo hace su arribo en helicóptero, y recibe la bienvenida de los asistentes que llenaban el recinto, y una vez instalado en el presídium, da comienzo el acto y se anuncia la participación de Normando.

Ante la sorpresa de todos, principalmente de los que lo conocían, Normando leyó un discurso impactante, le dijo de viva voz al presidente, que Ensenada tenía necesidad de una entrada adecuada por el puerto; que en varias ocasiones se le había solicitado a las autoridades anteriores, y que puras promesas se habían recibido, y que ya era hora de que se cumpliera con lo que tantas veces se había solicitado, y otras tantas se había prometido. Los asistentes se quedaron con las manos hinchadas de tanto aplaudir.

Vale precisar que Normando Novelo no manifestó al hacer uso de la palabra lo que a él le pareció, leyó lo que el Estado Mayor le indicó mediante el escrito que se le entregó, dijo lo que estaba escrito en el papel que recibió, de manera que no es verdad que en esa ocasión Normando Novelo haya tenido los tamaños que le han querido atribuir.

Lo asentado en los dos párrafos anteriores, son palabras más, palabras menos.

Todos los que presumen de saber cómo son este tipo de actos políticos, saben que la gente cercana al presidente le informa de alguna necesidad que los habitantes del lugar que visita esperan ver satisfechas, para que él pueda decir en su intervención, que atiende de inmediato la petición que se le hace, de manera que el Estado Mayor, tiene mucho cuidado de que quien hable lo haga en el sentido adecuado.

Lo anterior significa que Normando Novelo, no leyó un discurso elaborado por él, lo que leyó el entonces consejero de API, fue un discurso que le fue entregado por el Estado Mayor Presidencial. Lo de la carretera solicitada ya estaba contemplada por el presidente, de manera que no es verdad que Normando haya sido muy valiente al hacerle ese reclamo al presidente, tan cierto es que ni antes ni después de ese evento ha hecho una reclamación pública, ni siquiera ante un presidente municipal, de manera que ya no debe decirse que tuvo el arrojo de hablarle fuerte al presidente en su propia cara, que a él se le debe la construcción de esa carretera. Normando es un hombre calmado, no dispuesto a repetir una acción de ese tamaño, ni siquiera de un tamañito así.

Por si alguien se pregunta cómo es que sé lo aquí dicho, diré que yo estuve presente en esa sesión de la Administración Portuaria Integra, API, en mi carácter de Apoderado Legal y Secretario de su Consejo de Administración.

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