Presidente Trump y engaños de golf

Es sorprendente la cantidad de libros inspirados y publicados sobre Trump. Se ha convertido en un segmento importante del mercado editorial “best seller” (mejor vendido), un libro titulado: “El comandante y el tramposo” es el único “best seller” sobre Trump que me ha hecho reír en lugar de llorar.

Rick Riley es el autor. No un experto político, sino un periodista deportivo que investigó un rumor bien establecido de que Trump hace trampas en juegos de golf entre los caddies, que ayudan a Trump en sus diecisiete campos de golf donde él es propietario.

Se refieren a él con el apodo de Pelé, porque patea pelotas de golf, (como el gran futbolista) para mejorar sus tiros. Y, también le da patadas a pelotas de sus jugadores oponentes a lugares malos para reducir su éxito en la competencia con él.

No es gran cosa, muchos dirían: “Es solo un juego”. Pero fuera de los torneos formales, el golf es un juego de honor en el que los jugadores individuales actúan como sus propios árbitros, mantienen sus propias puntuaciones y se imponen penalizaciones por violaciones de reglas. El engaño de Trump, dijo Reilly, lo motivó a escribir el libro. Reilly dice: “No sé mucho sobre política, pero sé de golf y eso me ofendió realmente, no como votante o como ciudadano, sólo como golfista”.

Reilly cita a los jugadores que acusan a Trump, a sus caddies y a los agentes del Servicio Secreto de mover regularmente sus pelotas de golf a lugares difíciles. En el Winged Foot Golf Club en Nueva York, Reilly documenta docenas de ejemplos de comportamientos de golf por parte del presidente. Las transgresiones son discutidas por golfistas profesionales y novatos por igual.

“En el golf, definitivamente no está exonerado”, dijo Reilly a la prensa, “ha habido docenas y docenas de personas que pueden declararlo culpable de hacer trampas”.

Una instancia infame vino en una ronda de 2017 con Tiger Woods y Dustin Johnson, que es el jugador no. 1 actual en el mundo. El compañero de juego del presidente, el analista de golf de Fox Sports, Brad Faxon, informó que las ofensas de Trump incluían anotar un puntaje que no daba cuenta de dos bolas que tiró al agua en un hoyo.

El locutor de deportes Mike Tirico dice que Trump una vez tiró la pelota de golf de Tirico del green a un mal lugar cuando jugaban juntos. El boxeador Oscar de la Hoya dijo a la prensa en 2016 que Trump lo engañó dos veces en el espacio de dos hoyos. “Sí, lo atrapé”, dijo De la Hoya. “Fue increíble. Pero supongo que fue su curso, así que fueron sus reglas”.

Trump, por todas las cuentas, es un buen golfista, especialmente para su edad, escribe Reilly. Pero la desventaja de 2.8 golpes que afirma es el producto de la manipulación. Un “handicap” se basa en los 20 puntajes más recientes de un golfista y permite a los jugadores de diferentes niveles de habilidad competir de manera justa entre sí.

Alguien con el hándicap de Trump normalmente obtendría puntuaciones de aproximadamente tres sobre el “par”. A pesar de haber realizado más de 150 visitas a sus campos de golf desde que asumió el cargo, Trump ha registrado sólo una ronda en el índice de handicap USGA en línea, y un 96 en ese sentido.

El amor de Trump por jugar desmiente su crítica anterior del juego regular del presidente Barack Obama y su propia declaración de campaña de que estaría tan ocupado en la Casa Blanca, “No voy a tener tiempo de ir a jugar golf”.

Por mi parte, estoy de acuerdo con el gran humorista y autor estadounidense Mark Twain. El Sr. Twain describió al golf como de 18 hoyos y unos palos que se interponen en el camino de una buen caminada.

*Productor y locutor de Soul Street en 92.9 FM
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