LA BRÚJULA

La pandemia y el aborto de bebés con síndrome de Down: Un entorno de dolor y muerte

Por: Heberto Peterson Legrand
lunes, 25 de mayo de 2020 · 00:00

Llevamos meses luchando en el mundo en contra del virus Covid 19 que se convirtió en un hecho inédito, en una pandemia que ha traído dolor, desolación y muerte y las escenas que vemos a través de los medios de información son desgarradoras y a su vez vemos a esos héroes que han demostrado con los hechos estar dispuestos a perder la vida para salvar la de muchos otros: los médicos, enfermeras y personal de la salud que viven en la angustia de no contagiar a sus familias.
Se lucha minuto a minuto por salvar vidas de ancianos, adultos y niños  y aún con todo y ello son muchos los hogares que se han enlutado sumidos en el dolor de perder a seres queridos, en algunos casos, lejos de sus familias porque como migrantes partieron dejando amores, país, cultura sin imaginar que no volverían a encontrarse con ellos.
Debiendo centrar los esfuerzos solidariamente para contribuir a salvar vidas, la Sra. Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y otros legisladores, su campo de atención, parece ser está centrado en que la legislación del aborto incluya el matar a otros mexicanos que tuvieron o tendrán la mala suerte de sufrir el Síndrome de Down.
Síndrome de Down: “Alteración congénita ligada a la triplicación total o parcial del cromosoma 21, que origina retraso mental y de crecimiento y produce determinadas anomalías físicas”. Anomalías físicas que no son de una roca o de un árbol sino a un Ser humano que desde que su espermatozoide y su óvulo se encontraron dijeron sí a la vida.
Esta intención es indigna, incluso dentro del contexto en que nos encontramos, que luchamos por la vida. Es un acto discriminatorio a todas luces, contraria a la mentalidad de un auténtico médico que se preocupa por su familia y su vocación es salvar vidas…no matarlas.
Conozco amigos y personas que tienen hijos con el Síndrome de Down y que me han hecho saber y sentir que el atenderlos les ha dado la oportunidad de comunicar amor y participar de la felicidad que han sabido inyectar en sus hijos y que ellos a su vez les han comunicado.
Un buen amigo y que tiene un hijo con ese síndrome me comentaba que generalmente los que tienen el Síndrome de Down son muy felices, y no solamente eso. En el hogar son  más felices que los otros miembros de la familia y ellos como padres el hijo es la fuente de felicidad y no es un estorbo bajo ninguna circunstancia.
Hay países ayunos de sociedad y los gobiernos hacen lo que les da la gana e imponen su ideología y muchos padres por carecer de valores, principios y el conocimiento de sus derechos dejan que otros decidan por ellos.
Es tiempo de que la sociedad despierte, se sacuda su indolencia, entienda su papel y sea capaz de hacerse valer expresando y actuando en consecuencia frente a los obstáculos que se le quieran imponer, vengan éstos de donde Vengan.
 

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