Las Bajas

Nuevamente se crea polémica por el eventual cambio de sede de la Baja 1000 al municipio de Mexicali, luego de que la Baja 500 se realizará en San Felipe, aunque oficialmente -por el Covid-19- sin público, ni toda la parafernalia que acompaña a estos eventos en Ensenada.

La incertidumbre para los prestadores de servicios turísticos inició desde el 24 de junio pasado cuando se publicó una declaración de la alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda en el sentido de que la edición 53 de la Baja 1000, se realizaría en San Felipe.

Se dijo en aquella fecha que la carrera se realizaría del 16 al 21 de noviembre y que previamente Ensenada habría sido considerada para ser la sede, pero ante desacuerdos entre los organizadores y autoridades municipales, se tenía previsto San Felipe como alternativa.

La noticia puso en alerta a organismos como Canirac, Asociación de Hoteles y Moteles, Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo y al Consejo Consultivo Económico de Ensenada, que buscaron un acercamiento con el presidente municipal para solicitarle mediante una carta que no permitiera la salida del evento.

Sin embargo, este 28 de julio el presidente de Proturismo desmintió que la carrera haya cambiado de sede e informó que se estaba negociando que se mantenga en Ensenada bajo las más estrictas normas de higiene por ser un evento masivo.

Mientras el asunto no se resuelve en definitiva, la incertidumbre del sector turístico persiste ya que la Baja 1000 deja una derrama económica estimada en alrededor de 10 millones de dólares que se esparcen en todas las ramas productivas.

Ensenada ha resentido un enorme impacto en su economía debido a los efectos negativos del Covid-19, que se pudiera agravar con la salida de la Baja 1000, lo que se sumaría a la cancelación definitiva de las Fiestas de la Vendimia que tendrá pérdidas incuantificables para la industria vitivinícola y el turismo.

También se acumulan la pérdida de ingresos por alrededor de 27.5 millones de dólares provenientes del turismo de crucero al cancelarse hasta abril de 2021, alrededor de 220 arribos, más los visitantes que llegan por carretera.

Grave la situación de la actividad turística y en general de la economía de la ciudad, lo que obliga a sectores productivos y autoridades a ser creativos y buscar alternativas para cuando la normalidad regrese.

Es momento de gestionar y promover otras actividades que se ajusten a las vocaciones de la región, que ayuden al municipio a fortalecer sus ventajas competitivas y no depender de terceros como el organizador de “Las Bajas” para mantener la sanidad económica.