DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

¿Por que llora el niño?

Concepción Arenal (1820-1893) El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras Escritora y socióloga española Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 13 de agosto de 2020 · 00:00



Semanas atrás, en una típica consulta motivada por llanto supuestamente inexplicable, la mamá de un bebé de dos meses angustiada y hasta molesta preguntaba que cuál era el motivo de que el susodicho llorase tanto, por lo que le pregunté ¿Por qué crees que un niño de esta edad llore? lejos de contestar, pone los ojos de asombro y su hija de escasos siete años espontáneamente responde: porque esa es su manera de comunicarse.

Nada más cierto, y esto demuestra que los niños son sencillos, los adultos complicados y buscamos problemas donde no los hay. Cuando un bebé come y orina bien, incrementa en forma adecuada de peso y talla, sus reflejos son normales, el desarrollo psicomotor es óptimo y su estado general es bueno, es muy probable que no haya ningún motivo por el cual alarmarse.

El bebé entre más pequeño, es más vulnerable. Un bebé que no come, no orina, esta frío o febril, flácido o tieso, no aumenta de peso y tiene algunos otros datos clínicos, por supuesto que tiene un problema y a este, hay que atenderlo lo antes posible. En la inmensa mayoría de los niños sanos podemos hablar de llanto normal y llanto conflictivo.

El llanto normal es aquel que no presenta lágrimas, no hay manifestaciones de dolor y se calma en cuanto es tomado en brazos y reconfortado y puede estar motivado por: hambre, frío, calor, incómodo o simple y sencillamente porque requiere atención y afecto. Sin embargo, para la mayoría es más fácil someterlo y que se aguante.

El llanto conflictivo es aquel que se acompaña de dolor, rechaza alimento (momentáneamente), no se calma fácilmente, tiene lágrimas, encoje las piernas, se distiende el abdomen, puede vomitar, flatulencias, ruidos intestinales, etc. Por lo general es más frecuente en las tardes-noches y termina por desesperar a sus padres. Este tipo de llanto, que es causa común de consulta, puede tener diversas origines como: estreñimiento, reflujo, intolerancia alimentaria, etc. Suele iniciar como un llanto normal y muy comúnmente se torna conflictivo por sobre alimentación y peor aun, mezclar su alimentación con fórmula o inclusive, suspensión de la lactancia materna con todas las consecuencias que conlleva y, por supuesto, perpetuación o sumación de síntomas.

Como bien dijo esa muy inteligente niña, entre más pequeños son los bebés, su única forma de manifestarse es el llanto y como buena noticia les digo, sus dos principales satisfactores son: alimento y afecto. Desgraciadamente los padres y sus familiares a toda manifestación de llanto la quieren resolver con alimento y contraindican el afecto ¡no lo cargues porque lo embracilas!, no hay nada más absurdo que esa frase, una gran mentira. Los humanos somos de los poquísimos mamíferos que tardamos un titipuchal de tiempo en madurar, se considera que se requieren entre nueve y doce meses en logar lo que otros mamíferos logran desde sus primeras horas o días de nacidos.

Cuenta una mitotera señora llamada EVOLUCIÓN, que cuando vivíamos en el paraíso y teníamos vida arbórea, todo estaba al alcance de nuestra mano, el cambio climático terminó con ello (no fue la manzana que la supuesta serpiente dio a Eva), se acabó la comodidad y tuvimos que bajar del árbol y buscar la comida de otras fuentes, eso condicionó que nos irguiéramos a fin de tener mejor control del entorno y poder correr para no ser alimento de otros, por lo tanto, los genitales giraron para adelante (somos, unos de los dos primates que tenemos contacto sexual de frente, aunque algunos necios les gusta la forma animalesca) y la capacidad pélvica disminuyó, por lo que los embarazos fueron más cortos. Dicho proceso evolutivo, que podría pensarse como desventaja, fue todo lo contrario, el bebé requería estar en brazos de mamá de nueve a doce meses, al ser totalmente dependiente de ella, recibiendo su protección, afecto y alimento e invirtiendo todo su potencial, solamente en aprender, eso fue el detonador para que el homo sapiens se convirtiera en el grupo dominante, lo que ha logrado que lleguemos a donde estamos, desgraciadamente toda evolución, tiene involución, degradación y atrofia. De unas décadas para acá, el abuso de las medidas de confort y la ley del mínimo esfuerzo nos está empujando en retroceso.

Amigos, no le busquen tres pies al gato, enfermo que come y mea, nadie que se lo crea. Para un bebé no hay nada más grato que los brazos y la chichi en la boca. Eso es lo más grato para un bebé, entonces ¿por qué hacérselo ingrato?

*Coordinador de Relaciones Públicas del Consejo Nacional de Lactancia Materna A. C.

sicardi53@gmail.com 

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