LA MARAÑA CÓSMICA

Cubrebocas, prenda de vestir para la sobrevivencia

Por Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 21 de septiembre de 2020 · 00:00

Nuestro conducto respiratorio, de la garganta hasta antes de llegar a los pulmones, está recubierto por células que parecen pelos, cilios, en los que resbalan los mocos. Estas protuberancias cumplen la función de atrapar y despejar tanto partículas como microorganismos que inhalamos del medio ambiente.

Investigadores en neumología de infantes infectaron tejido celular de las vías respiratorias con el virus SARS_CoV2 en una placa de laboratorio, después de cuatro días observaron que las células del tejido experimental estaban infestadas de coronavirus. Una vez que una célula se infecta, el virus se apodera por completo de su maquinaria genética y la obliga a producir cantidades colosales del virus.

La neumóloga Camille Ehre, de la universidad estadounidense de Carolina del Norte, explicó que en la placa experimental había cerca de un millón de células humanas, la carga viral contenía alrededor de mil coronavirus y en solo dos días se multiplicaron a 10 millones.

Las imágenes logradas en esta investigación por micrografía electrónica de barrido son impactantes. Se observan las células llamadas cilios y otras células pulmonares abrumadoramente infestadas de coronavirus SARS_CoV2, muestran cuán prolíficamente el virus causante de la enfermedad respiratoria aguda Covid 19 puede replicarse una vez que ingresó al tracto respiratorio.

Una vez infectadas las células producen cantidades astronómicas de partículas virales, describe Camille, formada esa densa masa de partículas patógenas se impulsa más profundamente en los pulmones causando neumonía, o bien, por la respiración o al hablar pueden infectar a otros.

Esta experimentación en el laboratorio de neumología de la Universidad de Carolina del Norte en Chapell Hill, publicada el pasado 3 de septiembre en la revista especializada New England Journal of Medicine, constituye una evidencia sólida para el uso generalizado y correcto del cubrebocas para limitar la transmisión de Covid 19 más allá de un solo individuo, “independientemente de que las personas tengan síntomas o no”, dice la doctora Ehre.

El uso generalizado de cubrebocas podría ayudar a evitar la replicación viral explosiva, sin desatender la distancia de dos metros entre personas, lavarse las manos frecuentemente, desinfectar seguido nuestro lugar de trabajo. Es una responsabilidad de cada uno, ni de autoridades, opinadores mediáticos o líderes políticos.

Según se ha reportado recién, los países que habían mitigado la transmisión vuelven a tener rebrotes. Asimismo, se ha reportado que personas que habían logrado recuperarse de la infección se han vuelto a infectar con mayor agudeza, lo que cierra la puerta a la inmunidad natural.

Se anuncian avances en diversos grupos que desarrollan vacunas, lo cierto es que aún no se logra. El coronavirus sigue ahí afuera sin tratamientos específicos ni vacunas y en cambio, sí, mucha histeria, oportunismos políticos, noticias falsas. La otra epidemia: infodemia.

Lo he reiterado en otras de mis colaboraciones: son los pueblos los que sobreviven a las guerras y a las epidemias, independientemente si son los derrotados o triunfadores; ni tampoco la geografía, etnia, género, clase social o gobernantes en turno. ¡Usemos el cubrebocas!

*Comunicación de la Ciencia DGDC UNAM-Ensenada

risita@dgdc.unam.mx

 

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