AFN POLÍTICO

Y le echaron “montón” a Bonilla

Por: Dora Elena Cortés
sábado, 2 de octubre de 2021 · 00:47

Ante todos los eventos extraordinarios que hemos vivido en los últimos días en Baja California, una pregunta recurrente que me han hecho es: si el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador permitió que se ejecutara el plan que, quirúrgicamente, se operó para meterle un “gol” al gobernador Jaime Bonilla Valdez.

Y no podría asegurar que tengo la respuesta correcta, ni mucho menos pretendo hacer sentir que lo sé con exactitud, pero lo que sí puedo, es compartirles los análisis que he hecho ante lo que ocurrió, y que prácticamente “detonó” con el regreso de Arturo González Cruz, por 48 horas, a la presidencia municipal de Tijuana.

De entrada, podría decir que dudo que el presidente hubiese dado su anuencia para esto, y mucho menos que, pudiese haber estado detrás del “complot”, aunque quienes eso dicen, sostienen que el Ejército no se habría movido -como lo hizo- sin la autorización del jefe supremo de las Fuerzas Armadas en el país.

Si López Obrador hubiese intervenido, solamente habría sido necesaria una palabra de su parte hacia el mandatario estatal, que de recibir una petición del Ejecutivo Nacional la habría atendido sin discusión alguna.

Pero como bien lo ha dicho Jaime Bonilla: López Obrador no se mete en las decisiones de los Estados, y precisamente por eso, se requirió de que se unieran todas las personas que en esto participaron, y que en su mayoría tienen -como común denominador- el querer ejecutar una venganza en contra de Bonilla, quien “a pulso” se ha ganado todas esas animadversiones.

Aquí lo que sucedió, y que ya lo hemos dicho, fue un “capítulo” más del enfrentamiento, francamente abierto, que ya traen el gobierno entrante y saliente de la entidad.

Jaime Bonilla le asestó un “golpe” al siguiente al decidir la transferencia de los organismos operadores del agua, que -insistió- fue una promesa de campaña, pero eso no lo iba a permitir el gobierno entrante (como no lo han hecho todos los demás) porque eso representa la pérdida de millonarios recursos que generan las comisiones estatales de servicios públicos.

Tan sólo la CESPT, en Tijuana, tiene un presupuesto nada despreciable, que en este año fue de 3,800 millones de pesos.

Así es que, el gobierno entrante no se iba a dejar, y sin que ni siquiera lo presintiera el gobernante actual, se empezaron a “mover” con conexiones en la Ciudad de México, para asestar este golpe, y según lo que se dice, quien colaboró desde la capital de la República, fue el dirigente Nacional de Morena, Mario Delgado, quien no es del grupo del gobernante, y que -en cambio- sí apoya a la futura ejecutiva estatal.

Para esto, le solicitaron al alcalde titular, Arturo González Cruz, que volviera para terminar su mandato, al cabo, que efectivamente, los cargos de elección popular “son irrenunciables”, al tiempo que se hizo una fina negociación en el Cabildo local, donde convencieron a 12 regidores, algunos de los cuales ya estaban colaborando con la gobernadora Estatal Marina del Pilar.

Del Congreso, ya se había visto que, un importante grupo de diputados, ya “jugaba en la cancha” de la mexicalense, bajo la consigna aquella de “muerto el rey, viva el rey”.

Consideraron que, Marina del Pilar -quien apenas iniciará su periodo- es quien ahora tiene el poder, y pensaron que Jaime Bonilla (a pocas semanas de dejar el cargo) ya no les podría ofrecer gran cosa.

Con una estrategia marcadamente panista, se convocó a una sorpresiva sesión extraordinaria del Congreso -para altas horas de la noche- cuando ya se tenía “planchada” la decisión de autorizar el retorno de Arturo González, así es que su decisión ya estaba “cantada”.

Por lo que se refiere al Ejército, que movilizó a sus elementos para atender una presumible llamada de auxilio (en el sentido de que se estaba atentando contra una institución, y contra quien había sido reconocido como el presidente municipal en funciones).

No hay que olvidar que también, el comandante militar de la Zona, fue “blanco” de una fuerte “sacudida” por parte del gobernante, quien lo exhibió en una Mesa de Seguridad, al gritarle que él no podía decidir en casos de seguridad.

Pero aquí, lo que se dijo, fue que estaban atendiendo una “llamada de auxilio”, como lo hacen con la población.

Y es que, como ustedes saben, mientras en el Congreso, diputados afines al gobernador Jaime Bonilla trataban de “reventar” la sesión; en Tijuana, la policía municipal -bajo el mando del destituido director Pedro Cruz Camarena- pretendía desalojar de esas instalaciones municipales a Arturo González Cruz, antes de que recibiera su nombramiento, ya que el tijuanense ingresó a Palacio Municipal, previo a que iniciara la sesión del Congreso, para estar presente en el momento de su reinstalación, que se sabía que se daría, en este caso, por parte de los diputados afines a Marina.

Así es que: ni el Ejército acudió en auxilio de Arturo González por decisión del presidente de la república, ni González Cruz se involucró en esta trama por Morena, sino... por Marina.

Ana y Conda
Por qué sería que la primera acción ¿fue fumigar? ¿Querían deshacerse de algunos bichos?

PD. - Dicen en el béisbol que el juego No termina... Hasta que termina.

PD1.- Lo interesante será saber si el nuevo gobierno logra mantener la CESPT, porque la decisión tomada en el Cabildo no se publicó en el Periódico Oficial del Estado.

PD2.- Siempre cabe la posibilidad de que al llegar -Marina del Pilar- al gobierno, ordene esa publicación.

PD3.- Pero... Monserrat podría -en su momento- pelear en tribunales lo que la Constitución le da como derecho.

PD4.- Bonilla, en un mensaje este día, advirtió que el suyo ha sido un “gobierno reformador” y que por eso, por todas partes “nos han tupido”.

PD5.- Aseguró que los “intereses mezquinos” están en todas partes, pero -sentenció- “yo no me rajo.

afntijuana@hotmail.es

 

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