LA MARAÑA CÓSMICA

Geopolítica y legitimidad

Por: Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 22 de noviembre de 2021 · 00:00

El Jefe del Ejecutivo mexicano, el Jefe de Estado, el Presidente Constitucional, el representante legal de México ante las naciones se ha reunido con los Jefes de Estado de las otras dos naciones que conforman la geografía de América del Norte, el primer ministro de Canadá y el Presidente de Estados Unidos.

Lo que sucede en esas reuniones de alto nivel “lo personal” no lo es, representa a cada una de las tres naciones, las personas son sólo un vehículo que representa a cada uno de los Estados que se reúnen.

¿En qué escenario sucede dicha reunión trilateral? En la Tierra, con una geografía política dibujada en los mapas como rayas de fronteras geopolíticas.

No resulta congruente desde el punto de vista de lo que llamamos conocimiento que se pueda y quiera observar la Tierra en su clima, su atmósfera, su polaridad geomagnética, la coraza atmosférica frente al viento y flamazos solares y demás bombardeos atómicos desde el cosmos, y exista resistencia desprecio y consecuente ignorancia, que debe y puede observarse la situación y evolución geopolítica.

Las evidencias, las pruebas, los hechos en los fenómenos sociales no sen miden con detectores electromagnéticos. Las referencias confiables es el andamiaje institucional que ciento noventa y tantos países, cachos de geografía, han acordado atenerse.

El que estén rubricados esos acuerdos de las naciones no significa que serán hechos al pie de la letra. Son eso, referencias, como el reglamento de futbol y árbitros acordados, que no impiden el faul cuando el árbitro no ve o no quiere ver.

La observación geopolítica de la Tierra describe una evolución desde una condición inicial de bipolaridad, luego un tránsito de una sola hegemonía, provisional, con la instauración de un modo planetario de producción que hoy llega al agotamiento, con brotes de otras fuerzas geopolíticas, como China, Rusia o India.

Hechos, sucesos: en pleno confinamiento por la pandemia Covid 19, China y Estados Unidos se mostraron los revólveres en el Mar de China. Poco después un buque armado británico cruza la línea de mar territorial Ruso, la respuesta no se hizo esperar, fue muy contundente.

En plena pandemia también fue posible observar una Unión Europea cuya unión fue solo de nombre, cada nación europea se vio rascándose con sus propias uñas. Para rematar, a pesar de socios europeos y aliados del Atlántico Norte, Alemania termina por construir un gasoducto desde Rusia para no pasar por Ucrania. Por demás, son reiteradas las declaraciones de la existencia de armamentos supersónicos tanto en Rusia como en China, es decir, lo que existe ahora es una tripolaridad.

Este muestrario describe que no existe ya una hegemonía y que el modo de producción impuesto a nivel planetario, tanto en Rusia pero sobre todo en China, han mostrado que ya dio de sí. La exagerada concentración de la riqueza por unos cuantos en todos y cada uno de los países, y a mayor pobreza mayor concentración, convulsionan a las sociedades en todas partes.

En ese contexto es que se mueve el Jefe de Estado mexicano, sea frente a la Pandemia con los países fabricantes de material y equipos de salud, medicamentos y vacunas; en el G20 (con sustento en el conocimiento), frente al petróleo valor “0” que frente a Jeques se mantuvo firme en no disminuir la producción por así convenir a los intereses de México, así también en la ONU y en el Consejo de Seguridad.

De los tres mandatarios el mexicano se sustenta en importante legitimidad atrás, más del 65% de respaldo ciudadano, mientras los otros dos rondan por arriba del 30%.

¿Se marea a todos, como alardean sus opositores? No seamos ingenuos, simplemente se trata de un Jefe de Estado que también lee y entiende la geopolítica y actúa en sus escenarios con certidumbre. “Entre gitanos no se leen la mano”, diría el refrán como ecuación cultural.

*Comunicación de la Ciencia DGDC UNAM

risita@dgdc.unam.mx

 

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