HOY EN LA PLAZA

¿Seguiremos discutiendo?

Por: Ricardo Harte*
lunes, 22 de noviembre de 2021 · 00:00

Todo brillaba en la Plaza con mayor entusiasmo Las sombras era más hermosas, las flores palpitaban a otro ritmo, la brisa jugueteaba aún más divertida que otras veces.
¿No han observado cómo el viento se entretiene con el cabello de las damas? Parece que lo acaricia con especial cercanía, como cuando uno revuelve la cabezota de su sobrino predilecto, ensortijándole el cabello. 
Nuestro grupo conocido no podía con su genio y ya había sobre la mesa un tema para jalonear con las palabras a esta tarde tibia.
-Sra. Elsa- Ya no se puede creer en nada. El clima se ha vuelto loco. Mira nomás. Hace unos pocos días estaba realmente frío y ahora está tibio, casi caluroso. 
-Agustín- Pues hablando de creer en algo, me parece que el cambio del clima a fuerza de depredar el plantea, ya no es cuestión de creer o no creer.
- Mercedes- Sí, claro. Después de más de cincuenta años de discutir, dialogar, escribir, legislar, etc. sobre cómo hemos destruido nuestra casa, nuestro planeta, resulta que ahora estamos descubriendo que el clima ha cambiado.
- Sra. Elsa - Ufa mi estimada Dra. Mercedes, tú no pierdes ninguna ocasión para refregar en la cara, de quien sea, tú sabiduría, tus conocimientos y tu inapelable juicio. Juicio de lo que sea.
- Mercedes - Mi estimada Sra. Elsa. Sólo quiero dejar claro de que el tema del cambio del clima es un tema que venimos manoseando desde hace décadas y no podemos tomar, todavía, una verdadera actitud ciudadana de ser responsables y cuidar la naturaleza. Sólo quería dejar eso sobre la mesa.
- Sra. Elsa -Pues tu aporte se parece más a un juicio lapidario que a un aporte.
- Agustín - Bueno, calma, calma .Creo que podemos dejar las armas en la entrada y ver qué podemos dialogar, para aprovechar esta tarde tan tibia y tranquila ¿no? Qué opinan sobre eso de la responsabilidad ciudadana?
- Sra. Elsa – Pues… opino- se apresuró- que de nada sirve que cada uno de nosotros cuide el agua, no use servilletas, rechace los popotes, etc., si las grandes trasnacionales mantienen sus técnicas de producción y explotación de los recursos naturales y en un segundo contaminan lo que hayamos podido cuidar y preservar durante todo un año todos los habitantes del planeta. Es una batalla perdida antes de que empiece.
Don Sebas escuchaba muy interesado. Se revolvió un poco en su silla. Como queriendo intervenir. Miró hacia afuera, hacia la Plaza activa. Se le quedó la mirada como perdido y no dijo nada.
-Agustín - Creo que el tema es muy álgido, muy cotidiano- intervino otra vez- nos exalta los ánimos. ¿Cómo la ve Don Sebas? Lo veo veo con ganas de decir algo.
-Don Sebas- Pues…No hay duda de que el tema es trascendente. Opino que discutir sobre si sirve o no cuidar, a nivel individual de cada ciudadano, el medio ambiente, es una discusión bizantina. Una cosa es que debemos hacer para salvar al planeta y otra cosa es que debemos hacer para ser solidarios, colectivos. 
Qué debemos hacer para salvarnos como especie. Considero que, aunque el cuidar el agua no sea suficiente para que no se acabe, ello debemos hacerlo como partícipes de un sistema, como demostración de un compromiso. 
Y por otro lado hay que luchar, por los medios legales que sean, para que las refresqueras dejen de ordeñar ese bien no renovable, para producir productos totalmente superfluos y prescindibles. Son dos frentes necesarios.
-Sra. Elsa- ¿Lo de bizantino se refiere que discutir este tema es perder el tiempo?
- Don Sebas- No, no, no. Lo de bizantino me refiero a que no hay oposición entre ambas formas de ver el problema. Se complementan. Es una discusión en la que no hay divergencia.
La Plaza Santo Tomás se consolidaba día a día como ágora, como espacio de diálogo. Poco a poco iba madurando su clima de camaradería, de amistad, de descubrimiento del otro.

*Arquitecto uruguayo radicado en México desde hace más de 50 años
ricardoharte@yahoo.com.mx 

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