EL DERECHO DESDE OTRAS PERSPECTIVAS

La prisión preventiva justificada de Lozoya

Por: Dra. Lizbeth Padilla Sanabria*
sábado, 6 de noviembre de 2021 · 00:35

En días pasados hubo gran furor sobre la medida cautelar de prisión preventiva justificada que un Juez de Control impuso a Lozoya después de vincularlo a proceso, quien está procesado por diversos delitos, tales como operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa.

Para quienes conocemos el derecho penal y, sobre todo el de excepción, es decir, delincuencia organizada, sabemos que es una tomada de pelo en la que evidentemente se utiliza a la norma jurídico-penal para purificar a los servidores públicos de alto nivel que realizan actos de corrupción.

Lo anterior en virtud de que si a Emilio Lozoya se le hubiera seguido una investigación en materia de delincuencia organizada, la medida cautelar hubiera sido de prisión preventiva oficiosa en términos de lo que prescribe el artículo 19 Constitucional, segundo párrafo.

Así mismo la reclusión sería en una prisión de máxima seguridad, como lo señala el artículo 18 constitucional, párrafo noveno; de hecho, al haber realizado actos de corrupción por más de 10 millones de dólares ni siquiera se le considera peligroso, pues dicho artículo señala que aún y cuando no hayan sido imputados los sujetos por delincuencia organizada pero sean peligrosos sociales se les puede recluir en centros especiales de detención.

Evidentemente para la Fiscalía General, un sujeto que comete ese acto de corruptela no lo considera peligroso socialmente, independientemente de que dentro del reclusorio norte pueda tener todos los lujos que la propia corrupción les permite y hayan saqueado los impuestos de los ciudadanos mexicanos para hacer sus grandes fortunas.

Penas extremadamente bajas, lo cual le aseguraría un procedimiento abreviado con mínimos años de condena y además reducida a la mitad en términos de lo que prescribe la Ley Nacional de Ejecución penal, es decir, aproximadamente 9 años al igual que Duarte, ex gobernador de Veracruz, y aún falta que la Fiscalía pudiera demostrar el daño a la Hacienda Pública, pues en caso contrario, “sus bienes” se los regresarían como a Duarte, quien cuya familia vive en Europa conforme al nivel económico que dicho continente demanda, solamente esperando a que cumpla su nula condena y se pueda reunir con ellos.

¿Inhabilitaciones hasta por 20 años en términos de la Ley General de Responsabilidades Administrativas por faltas graves? Creo que no les preocupa en lo más mínimo, si tienen aseguradas generaciones de su familia con capital provenientes de actos de corrupción.

La corrupción es un verdadero negocio cuando se utiliza la norma jurídica y se prescinde de la aplicación del derecho penal del enemigo para este tipo de sujetos, aplicarles el sistema penal garantista es un buen trato, por un lado la sociedad se calma y aplaude que un acto de corrupción de alto nivel por fin sea castigado, aunque no sea así y aunque no se recuperen activos, pues esta está sedienta de venganza de toda la explotación y malos tratos que ha sufrido desde época de la colonia, eso no les permite pensar, criticar y mucho menos exigir; y por el otro, se purifican corruptos mediante el derecho, cumplen pocos años en una prisión en donde pueden manejar desde adentro sus negocios, además de que cuentan con seguridad estatal y salen cumpliendo condenas mínimas y grandes fortunas para sus futuras generaciones y seguir en el poder y, en lo que tanto les ha dado: la política.

El caso Emilio Lozoya debe manejarse desde el derecho penal del enemigo, me parece incorrecto que las autoridades utilicen la norma jurídica para justificar su discurso anticorrupción sin combatir la corrupción, más bien fomentando la misma y utilizarla para su capital político, pues a grandes niveles es un gran negocio como lo hemos señalado.

Emilio Lozoya debió haber sido vinculado por delitos de corrupción, delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, debería estar recluido en una prisión de máxima seguridad y estar bajo un procedimiento de extinción de dominio en términos del 22 constitucional y, además, junto con otros sujetos que participaron con él.

¿De verdad se alegran porque Emilio Lozoya está en el reclusorio norte?

¡Es una tomada de pelo! Lo mismo que Duarte en Veracruz.

¡El derecho los purifica! Prisiones de mediana seguridad, pocos años y salen con grandes fortunas.

¡Por eso la corrupción es un verdadero negocio!

*Doctora en Derecho por la UNAM

padilla_liz_2@hotmail.com

 

 

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