CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA

Un animal dedicado a la escritura

Por Rael Salvador
viernes, 26 de febrero de 2021 · 00:00

Un breve asomo a la ventana, otear el cielo y de nuevo regresa al escritorio

Poco después de recibir paquete de Naumburg, Nietzsche escribe a su progenitora*. Se siente cómodo con los mimos referidos, las novedades de Leipzig y los presentes: la tetera, un cepillo de cerdas suaves, las importantísimas gafas solicitadas, pues las que hasta hace un momento cargaba, roto el soporte, lo contrariaban –obligándolo a llevarse apresuradamente la man

o al rostro– a cada arrebato de emoción al encontrar palabras justas para la dinamita de una enunciación demoledora…

Un busto de bronce, que multiplica diminutos relámpagos de miel cuando uno se descuida, se asienta en el alto buró, ante la ventana y la respiración de la cortina rosa pálido… Se trata de Sócrates, ceño fruncido, que inspira, de vez en vez, las ironías del filólogo, quien ya se encuentra más allá del pensamiento débil: el bien y el mal.

Estatuillas varias, de blanco desnudo, representan el espíritu y el alboroto que el autor rinde desde su temprana juventud a Dionisos. Abrecartas, ampollas de vidrio, calderilla sin importancia, resonancias de metal y mármol –“ronda de extraños insectos sin sepultura”, como alguna vez su madre los llamó– son el umbral a la visión de los humildes libreros, sustraídos de la maleta viajante, en Sils-Maria.

Piensa en todo ello, en el carácter unificado de su familia y, en un ademán firme, desnudo el brazo –se encuentra en camiseta de tirantes– corre la cortina para aprovechar al máximo el gris de la tarde, antes de verlo motearse en naranja y anunciar su caminata a la luz de las estrellas.

Toma la pluma, en el papel ya emborronado deja ir el alma y continúa …«Madre, la tetera podría quedarse aquí; para el viaje** no tengo ya el menor espacio. Estoy muy contento además por haber conseguido las plumas: pues en mi vida, una genuina vida de animal dedicado a la escritura, es un asunto de primera importancia escribir de manera legible para uno mismo.

Esto se había acabado en primavera. Sólo siento que su obtención te haya causado tantos problemas. Una postal de Leipzig, a la dirección “Fábrica de plumas de acero Sönnecken”, te hubieras ahorrado todas las molestias…».

Son tres cuartillas de trivialidades tiernas, operativas, casi una oración de escritorio y, así, lúcida la alegría, preámbulo para “El caso Wagner”, “El crepúsculo de los ídolos”, “El Anticristo”, entre otras creaciones de la época.

Al concluir, el filósofo recuesta la plumilla en el papel secante y cierra la carpeta. Mañana temprano, antes de dejar la correspondencia (junta con la de Overbeck), leerá las hojas con la calma de los últimos estertores del verano… De momento, hay que montarse el saco y la bufanda, pues es hora de tomar un sustancial y relajante sendero en el cosmos, antes de beber la sopa de verduras, leer afanosamente con los búhos y dormir sólo un poco.

raelart@hotmail.com
*A Franziska Nietzsche en Naumburg (14 de septiembre de 1888).

**Nietzsche está por trasladarse a Turín, “Correspondencia” FRIEDRICH NIETZSCHE, Volumen VI, octubre 1887-enero 1889 (Editorial Trotta).

...

Comentarios