BARÓMETRO POLÍTICO

La península de la discordia

Por Susana Silva Gallardo*
martes, 6 de abril de 2021 · 01:48

Cuando hablamos del escenario internacional, el mismo puede ser fácilmente entendido si lo vemos como un tablero de juegos. Desde una visión del realismo más puro, algunos dirían que se trata de un juego de poder: más recursos es igual a más poder y más poder te hace el “ganador”.

Por otro lado, algunos pueden ver el juego de forma más estratégica, donde las alianzas y la cooperación con otros jugadores podría llevar a beneficios mutuos sin recurrir a un juego de suma cero.

Trasladado a la realidad, el escenario internacional se presenta entonces como este gran mapa que se caracteriza por su dinamismo, siempre está sucediendo algo. Los actores van y vienen, a veces cooperan y persiguen un fin común, pero otras veces sus motivaciones son más bien individuales, a razón del beneficio de cada Estado. Este último parece ser siempre el caso para Rusia y ha sido esta lógica la que le ha llevado a reavivar tensiones con los actores del llamado bloque occidental.

Ahora más que nunca, con la llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos, la rivalidad entre ambos países se siente más que en los últimos 4 años. La diferencia está en que Trump, sin duda, trató de construir una administración que resultó ser más tolerante a los avances del Kremlin, mientras que la administración de Biden, si bien lleva tan solo poco más de dos meses en el poder, esta ha demostrado que no serán tan amigables con el proceder de Putin.

Un asunto que quedaba pendiente y que ha sido reactivado en los últimos días es el de la anexión ilegal de Crimea, una península ucraniana que Rusia invadió e incorporó a su territorio en 2014. Este suceso fue, sin duda, el culmen del ánimo expansionista que ha caracterizado al gobierno de Rusia.

Con el inicio de campañas de reclutamiento de soldados y el aumento de presencia militar en esta parte del territorio ocupado, las tensiones con Ucrania y sus aliados -la UE y Estados Unidos- han escalado.

Como respuesta, Joe Biden ha dejado muy clara su postura de oposición a Rusia.

Luego de la declaración que hizo sobre Putin donde básicamente lo llamó asesino en una entrevista con ABC News, Biden reafirmó el apoyo inquebrantable que Estados Unidos proveerá a Ucrania en caso de que la actitud beligerante de Rusia continúe.

Con las negociaciones de paz estancadas en un punto muerto, a futuro se ve complicada la llegada a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Por su parte, Rusia difícilmente dejará el control de esta península que le permite un amplio acceso al Mar Negro, una zona geoestratégica importante; y Ucrania no terminará por aceptar una anexión que se hizo por la fuerza y vulnera la integridad territorial de su Estado.

Si bien el conflicto plantea como contrincantes principales a Rusia y Ucrania, este podría pasar rápidamente a convertirse en un conflicto proxy entre Estados Unidos y Rusia. Esto último podría ser cada vez más viable si, como respuesta al conflicto actual, se despliegan elementos de la OTAN en Ucrania para repeler la estrategia rusa. Si bien queda por ver la respuesta del lado “occidental”, es claro que mientras Biden y Putin estén en el poder, las tensiones no cesarán.

*Lic. en Relaciones Internacionales por el TEC de MTY campus Guadalajara

susanasilvag96@hotmail.com

 

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