Sin sesionar

Todo parece indicar que el Cabildo de Ensenada del agonizante vigésimo tercer ayuntamiento se irá sin sesionar, luego de la rebelión en el mes de agosto de los “ocho” regidores que se opusieron a la municipalización del agua.

Lamentable que esto ocurra, pues se supone que el gobierno municipal lo ejerce un organismo colegiado y no es un territorio feudal, como bien lo señaló la todavía regidora Carmen Salazar Guerra.

Si hubo traiciones, deslealtades, discrepancias, intolerancias y un largo etcétera, entre los que integran el Cabildo es otra historia -algo que inevitablemente forma parte de la actividad humana y del quehacer político-, la esencia de tener un cuerpo de gobierno democrático, compuesto por diferentes fuerzas políticas es eso, que sean éstas las expresiones de los intereses legítimos -y también de los ilegítimos- de los diversos sectores de la sociedad.

Es en la discusión, en el debate, con los argumentos jurídicos, administrativos y políticos donde se tendría que dirimir quien está defendiendo o no lo justo.

Suspender las sesiones de Cabildo por los enojos del alcalde es algo que debe preocupar principalmente a los próximos y próximas regidoras pues genera un grave antecedente de que se convertirán sólo en un florero o “florera”, meros acompañantes, viles comparsas y patiños (as) de quien quiera gobernar como le venga en gana y si no es así les quitará el balón y les cerrará la cancha.

Multas sospechosas
La Sindicatura Municipal anunció el inicio de una investigación en torno a las recientes multas que está aplicando la Unidad Municipal del Transporte y las que antes no aplicaba, bueno al menos no en el periodo cuatreteista.

¿Cuándo, cómo y por qué reinició la UMT con esas sanciones y funciones si se suponía que ya se le habían transferido al Instituto de Movilidad Sustentable del Gobierno del Estado?

En la Sindicatura no sabían, en el IMOS tampoco, los únicos que sí lo supieron fueron los transportistas públicos que empezaron a ser multados por dos frentes distintos. Un divertido misterio del que estaremos pendientes de su resolución.

Apedrearse solo
El pasado fin de semana circuló en redes sociales un memorándum sobre la suspensión de todas aquellas cirugías que no fueran de urgencia en el Hospital General de Ensenada.

En ese escrito se hacía referencia a que esto se debía a la falta de “material, insumos, equipo y medicamentos”.

En lo que se supone fue un intento de desmentir dicho documento Issesalud emitió dos días después un boletín en donde -irónicamente- confirma -con otras palabras- lo que se dice en el memorándum.

Puntualizamos que suponemos que fue un intento de desmentido, pues el comunicado podría haber sido escrito por Cantinflas, ya que era muy difícil entender lo que decía o incluso para comprender lo que no quería decir.

Sin embargo, el tema va más allá de una mala redacción, el asunto fundamental es que si el HGE tiene una crisis de recursos, el negarla o querer ocultarla no la remedia.

Aceptar que se tienen serios problemas en ese nosocomio puede ocasionar que los detractores de la 4T se regodeen y festinen esa situación, sin considerar que quienes son los verdaderamente afectados por esa lamentable situación son los ciudadanos y ciudadanas que requieren los servicios que por el momento no se pueden prestar.

Pero también reconocer las dificultades que se tienen puede provocar que otros sectores sociales, hombres, mujeres, empresas y organizaciones civiles generosamente estén dispuestos a colaborar, en ayudar a superar, en coadyuvar a remediar esas dificultades.

Que falten recursos en el sector salud, no es algo novedoso en México, menos luego de una crisis sanitaria como la que hemos vivido a causa de la pandemia, tampoco debe ser motivo de vergüenza, sino de búsqueda de soluciones y del respaldo comunitario.

Detenerse en las causas o en la búsqueda de presuntos culpables no servirá de nada a quien requiere de un auxilio médico que no puede recibir.

Solucionarlo no es un problema sólo de los funcionarios de salud, sino de la sociedad en su conjunto.

FRASES
“El machismo es como una enfermedad que tiene que ser curada. Si se pudo hacer con la polio, habrá que hacerlo con el machismo”.

(Alan Alda)

*El autor es periodista y atlantista

elsopordelbuitre@hotmail.com