BAÚL DE MANÍAS

Suave patria oh yeah

Por: Ma. Cristina Álvarez-Astorga
martes, 21 de septiembre de 2021 · 01:21

Estaba yo (¿quién si no?) muy a gusto (acá en la Corcheosfera) escuchando un My Mix en Youtube. Era el mero 16 de septiembre y ajúa. Todo iba muy bien, ps, o sea: el entrañable Murray Perahia tocando al no menos entrañable J. F. Handel, el asombroso Andrew Bird y los no menos asombrosos “Lumineers” cantando “This must be the place”.

Alondra de la Parra dirigiendo el Huapango de yasabeustedquién, Kronos Quartet chutándose esa pequeña joya que se llama “Chavosuite” y así más y más gerundios, cuando de repente… Pácatelas, que salen los de Café Tacuba echándose un miniconcierto en el Tiny Desk Concert.

Y, digo, ps, o sea. Estuvo padre y todo, pero… ¡Ay! La neta, a mí (¿a quién si no?) me dio como “pena ajena” cómo prenuncia el ínglish el monito que canta. Ps, o sea. Yo pensaba que de Café Tacuba lo único que me podría dar “pena ajena” sería el outfit del susodicho. ¡No termina uno(a) de conocerse!

¡Yaaa, que sea menos, Corchea!, podrá usted reclamar. Ultimadamente, la culpa de todo es del Peje.

Por cierto, esa misma mañana había yo (¿quién, si no?) escuchado el discurso del (con todo respeto) señor Pejidente, y francamente me dio muncho gusto. Cabecita de algodón prenunció ferpectamente bien “Báiden”, “Yorll Guáshington”. Poco le faltó para terminar con un “plís, dú dis or dú dát, or stop dúing juat yú arr dúing bicós yu ar guátering de tepache”. Aplausos y reciontraaplausos. Me encantó. Pero, como de costumbre, ya divago.

Ya, fuera de la Chairósfera, volvamos al My Mix de Youtube. Desde que tengo la mala costumbre de perpetrar esta columneja, todos los septiembres aprovecho el viaje para platicar algo que tenga que ver con la suave patria y con las cosas que a ella me conducen. En esta ocasión no será Alondra de la Parra con su muy festejado Huapango de yasabequién, sino Andrew Bird con su fabulantástica “Danse Caribe” (sic y recontra).

La grabación fue realizada a 101.498 metros (333 pies) bajo tierra, en lo profundo de las “Cumberland Caverns” (cerca de Nashville, Tennessee, USA). Desde ahí, Andrew Bird y su clica (con palomazo de Tift Merritt incluido) iluminan mi vida con su rock indie-folk único. Como ya dije, la rolita se llama “Danse Caribe”, nombre que francamente ni al caso, digo yo (¿quién si no?).

Comienza como no queriendo ser más que una tonadita así, medio simplona, medio indie, medio folk, y por el arte de la magia de este señor pájaro, ajá, se transforma en uno de los más exquisitos huapangos que existen sobre la faz de la tierra. Y ya sabe usted que para mí (¿para quién, si no?) la palabra huapango es sinónimo de la palabra patria:
https://www.youtube.com/watch?v=zDYvk3OP1wY .


Postdata: Dije ahí arribita “señor pájaro” y no es albur. El buen Andrew es cierrrrrrtamente el señor Bird. Y usted y yo (y hasta el señor pejidente) sabemos que “bird” es pájaro. No es su nombre artístico. Su nombre real y verdadero es efectivamente Andrew Wegman Bird. Y sabe silbar machín.

Finalmente, de “Danse Caribe” (sic y recontra) al trío “Camperos de Valles” no hay más que un clic.
https://www.youtube.com/watch?v=bBDYkMf9_6c&t=738s .


Y de los Camperos de Valles al tequila con limón sólo se precisa tantita volición (nótese la rima, Tacho).

¡Salud!

bauldemanias@hotmail.com

 

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