Sufragio efectivo, no reelección

Por: Guillermo Hurtado Aviña

Porfirio Díaz fue reelecto siete veces como presidente de México, y duró en el poder poco más de treinta años, tiempo al final del cual Francisco Ignacio Madero, habiéndose dado cuenta de que México estaba viviendo bajo una dictadura, la cual era insoportable, promulgó el Plan de San Luis, llamado así por haber sido promulgado en San Luis Potosí, con el lema de SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN, que por fin, causaría la renuncia de Porfirio Díaz en 1911, seguido de una guerra civil que duraría diez años en la que morirían más de un millón de mexicanos.
Su principal objetivo era lograr la regeneración democrática de México, a través del sufragio efectivo, no reelección, de los funcionarios públicos.
De acuerdo con este pensamiento de Madero, durante esa dictadura no existía la democracia, pensamiento que era correcto, por supuesto. La democracia en nuestro país, con todas las deficiencias que se quieran señalar, ha estado vigente al partir del triunfo de la revolución, lo cual ha permitido que sea uno de los poquísimos países democráticos de Latinoamérica.
Sin embargo, considerando que, de acuerdo con Madero, si existe reelección en los cargos públicos, no puede haber democracia, en los últimos años, gracias a la ignorancia, ansias de poder, amor al dinero, o por lo que sea, los representantes del gobierno, digo, de nosotros los ciudadanos de a pie, tuvieron la ambición de seguir gozando de las ventajas que se obtienen cuando se es diputado o senador, y aprobaron la reelección de los diputados por cuatro veces, es decir, hasta por doce años, y la de los senadores por dos ocasiones, o sea, también hasta doce años.
Está visto y demostrado, que la reelección en los cargos públicos de todos los países del mundo, sólo traen desgracia a los ciudadanos que no son funcionarios públicos. Para justificar lo aquí dicho, podría mencionar a Cuba, Venezuela, Nicaragua Ecuador, Bolivia, cuyos ciudadanos viven en desgracia, sin libertad para nada, pero no lo voy a mencionar porque no me atrevo.
En los años apenas trascurridos, han sido evidentes las intentonas que realizó Bonilla, de alargar su mandato de gobernador por tres años, y Zaldívar, Presidente de la Suprema Corte, por otro tanto, hasta el 2024, que, si bien no se trata de reelección, son cuestiones que se parecen mucho.
Tengo para mí que siempre habrá alguien que haga mejor las cosas, y que si un presidente municipal, un gobernador o un presidente de la república tuvieran en mente reelegirse en su cargo, pretextando que quiere realizar varias ideas que tiene, debe recordar que cuando fue candidato prometió hacer varias cosas, y si en su tiempo, tres o seis años no las hizo, fue porque sus promesas eran irrealizables o no tuvo la capacidad para hacerlas.
Aquí tenemos diputados que han estado dos y hasta tres trienios, y no pueden presumir de haber hecho algo en beneficio de sus representados, como no sea dar algunas despensas, claro.
Señores políticos que ocupan un puesto de elección o buscan tenerlo, déjense de cosas, no hagan garras a nuestra democracia, quiéranla porque gracias a ella están ocupando un cargo, o pueden ocuparlo.
Si de veras son bien nacidos, revoquen la procedencia de la reelección. ¿OK?