DÍA DEL SEÑOR

I Domingo de Adviento. Ciclo “A”

Por: Carlos Poma Henostroza
sábado, 26 de noviembre de 2022 · 00:00

“Velen, pues, y estén preparados” (Mt 24, 37-44)
Hoy, 27 de noviembre, comenzamos el nuevo año litúrgico y con él iniciamos el Adviento que, como sabemos, es tiempo de preparación para la Navidad. Las cuatro semanas que nos separan hasta llegar a la Navidad nos invitan a preparar el camino que nos llevará hasta allá. Tres van a ser los personajes que nos acompañarán a lo largo del Adviento y nos ayudarán en nuestra preparación: el profeta Isaías, San Juan el Bautista y la Santísima Virgen María. El profeta nos lo anunció siglos antes, Juan lo proclamó ya presente, y María, su Madre, nos lo ofreció como Salvador, desde el mismo momento en que lo concibió.
Este primer domingo de Adviento, es buen momento también para examinar nuestra vida personal. Si tenemos conflictos personales dentro de la familia, dentro de la comunidad, dentro de nuestro propio corazón, podemos renovar nuestra fe en el poder de Dios para salvarnos. Una es la venida del Señor a nuestro corazón. Otra es la celebración de la primera venida del Señor, cuando nació hace más de dos mil años. Y otra es la que se refiere a la Parusía; es decir, a la venida gloriosa de Cristo al final de los tiempos.
El Adviento, es una actitud permanente, un estilo de vida en marcha hacia Dios, hacia los hermanos y hacia el mundo, como lugar de la presencia y de la acción salvadora de Jesús resucitado entre nosotros. Por eso, el adviento es tiempo de esperanza, de obras, nos va a pedir continuar su misión. Tenemos que preguntarnos hoy, ¿qué nos pide Jesús en concreto a cada uno en este año?
Hoy nos ha dicho Jesús que hemos de vivir vigilantes, despiertos para poder reconocer su presencia. Vigilar es estar atentos a nuestra vida, a la realidad que vivimos. Sin esta sensibilidad, no es posible caminar tras los pasos de Jesús, ni es posible el sentir el amor de Dios a nuestra vida. Que la llegada de Jesús, su cercanía, su presencia, nos lleve a este compromiso de nuestra fe. Cada año, en Adviento, hacemos un paréntesis para reflexionar y orar por la venida del Señor en su parusía, en el último día. ¿Pero quién se lo toma en serio? ¿Cómo sería nuestra vida si de verdad creyéramos en la segunda venida del Señor? ¿Cómo debemos esperar al Señor? Pablo nos aconseja: “Revestíos del Señor Jesús”. Revestirse del Señor es una invitación a vivir un estilo de vida que ciertamente tiene su precio. Revestirse del Señor Jesús es también pensar: ¿Cómo actuaría Jesús? ¿Cómo debo actuar yo en nombre de Jesús? No puedo acertar si no tengo una relación de confianza y de amor con Él.
Que Jesús nuestro Divino Salvador, los bendiga hoy, acompañe y proteja siempre.

cpomah@yahoo.com 

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