El tiempo

El tiempo disfrutado durante la niñez de un hijo implica gran compromiso para los padres. Un reto con el propósito de prepararlo para triunfar en este mundo convulsionado, a través de las experiencias propias, vivencias, triunfos, errores.
Nunca ha dejado de ser una gran responsabilidad durante todos los años de nuestra vida los hijos. Nos enorgullecemos cuando nos superan en capacidades y nuestro pago es sentir que hicimos un buen trabajo. Este es el común denominador.
El hijo o hija como entes en sus principios no pueden autodesarrollarse. Es por esto que nos necesitan al grado que su vida y futuro dependen de nosotros. Esto no tiene que ver con preferencias sexuales tal y como en un acto de perversión se manejan, con fines obscuros, sino con el derecho a la independencia familiar, sobre los intereses de una comunidad dolida y con sólo deseos de venganza como lo expresa su himno.
Vamos por tus hijos, sin tomar en cuenta que ese tiempo ya pasó. Siendo sincero, sobre amigos de la infancia, de quienes no recibí apoyo cuando lo necesité, de un amigo homosexual me fue dada. Hoy le doy honra.
La gran mayoría de esta comunidad fueron hijos que recibieron grandes muestras de cariño por parte de sus padres y demás familia, nacieron de la unión de un hombre y una mujer, nunca pensaron ser abortados, les amaron, protegieron, sostuvieron por largo tiempo y aun cuando decidieron erróneamente sobre su naturaleza, y suscitando un gran dolor a causa de las sanas costumbres y principios naturales adoptados por la familia, estos padres absorben en su mayoría esta situación y no sólo momentáneamente, sino por muchos años después.
La raza humana es única en su género y no es posible dar lugar a que su destrucción sea por guerras, sino por haberse alejado del propósito que como especie debiera cumplir. La naturaleza empieza a cobrarnos el daño que le hicimos y así será con la naturaleza humana, cobrará muy caro lo que están provocando. Esta será la verdadera destrucción de la humanidad. El caos total.

*El autor es contador público

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