Falsa justificación

Con el argumento de que el Instituto Nacional Electoral (INE) se convirtió en un órgano costoso, por su enorme estructura administrativa, elevado número de empleados y los altos salarios que perciben sus consejeros, el gobierno federal pretende llevar a cabo una radical reforma político-electoral que, entre otras cosas, también plantea la supuesta eliminación del financiamiento público que se otorga a los partidos y la desaparición de los senadores y diputados plurinominales, así como la reducción de diputados locales y regidores, además de suprimir los tribunales e institutos estatales que se encargan de organizar los comicios en cada entidad, para crear un nuevo ente, lo que implica elaborar otro padrón de votantes y su respectiva credencial.
Sin embargo, lo que no dicen públicamente los promotores de esta iniciativa, es que la intención de fondo no es abaratar la celebración de las elecciones, sino que estas regresen al control del gobierno, como ocurrió en el largo periodo del régimen de partido único en el poder, cuya principal característica fue la simulación y el autoritarismo.
Esta reforma que definirá el futuro del INE será analizada en la primera semana de diciembre próximo, porque en este momento no existen las condiciones para su aprobación, y hacerlo durante las festividades navideñas y de fin de año es una vieja práctica para no llamar la atención de la población.
Aunque originalmente se había dicho que su discusión correría en paralelo al análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, que arranca esta semana, pero el partido en el poder sabe que requiere de mayoría calificada en el Congreso para lograr su aprobación, y eso implica que necesita los votos de una parte de las bancadas de oposición.
Al respecto, el senador independiente, Germán Martínez, arremetió en contra de la propuesta de reforma que pretende desaparecer al INE y afirmó que defiende una credencial de elector “confiable, no chafa ni pirata”.
“La quieren falsificar con la reforma (la credencial del INE), no nos debemos dejar. El INE es de todos, no tiene dueño”, indicó el integrante del denominado Grupo Plural en la Cámara alta.
Martínez aseveró que en la credencial no debe estar el presidente ni el gobierno ni ningún partido político.
Por su parte, especialistas en materia electoral afirmaron que se debería legislar para que los partidos políticos selección a sus candidatos mediante elecciones primarias y con ello quitar a las cúpulas el control de estos procedimientos.
Los partidos han incurrido en fraudes a la ley y simulaciones con el objetivo de que sean sus cúpulas las que designen por dedazo a sus candidatos.
Por lo tanto, las elecciones primarias coadyuvarían a eliminar los sistemas perniciosos creados por los partidos, los cuales violan los derechos político-electorales de la militancia.
Y es precisamente esa falta de representatividad lo que lleva a los ciudadanos a preferir anular su voto que salvar el registro de un partido político.
También se erradicarían las simulaciones que, en los hechos, derivan en acciones que configuran descarados actos anticipados de campaña como los que efectúan los aspirantes presidenciales a dos años de la jornada electoral.