La reforma electoral

El actual gobierno sigue empeñado en hacernos creer que todo lo hecho antes del 2018, no sirve, que todo está plagado de corrupción y que por ello hay que destruirlo.
El argumento principal o, mejor dicho, el pretexto principal favorito del señor, es que las instituciones nacionales, sociales y demás destruidas, es la existencia de corrupción, sin embargo, nunca ha dicho, y menos demostrado, en qué han consistido los actos de corrupción y quien o quienes los han cometido.
La cervecera que se construía en Mexicali, fue suspendida porque, se dijo, había corrupción, sin comprobarlo, pero se supo que, curiosamente, quien vive en un palacio, llamó a los inversionistas y les pidió que la construyeran en Tabasco o en Veracruz, donde finalmente se construyó o se está construyendo.
Bueno, pues ahora, el gobierno, siguiendo con su costumbre destructiva, ahora ha volteado los ojos hacia la cuestión electoral, y ha enviado al Congreso una iniciativa con la cual pretende lograr cambios que le permitan someter al INE, institución que es la única que le falta para acabarlo todo.
El INE ha sido una Institución que realiza procesos electorales libres, equitativos y confiables para garantizar el ejercicio de los derechos electorales. Es uno de los órganos constitucionales, autónomos de México con funciones de máxima autoridad electoral, se encarga de celebrar y regular los procesos electorales y nombrar las directrices a las que se sujetarán los particulares de dichos procesos.
Quienes intervienen el día de una elección, son los ciudadanos que votan y los que reciben y cuentan los votos, ante la presencia de los representantes de los partidos, quienes reciben copia del acta que contiene el número de votantes y los votos que cada candidato recibió, lo que significa que los consejeros del INE no son los que cuentan los votos, y tampoco se puede hacer trampa porque cada partido sabe con certeza cuantos votos recibió su candidato.
De lo anterior resulta, que no es aceptable que se diga, como se está diciendo, que existe corrupción en el trabajo de este Instituto… salvo prueba en contrario.
Es cierto que el INE cuesta mucho dinero, pero cuesta más, por ejemplo, el aeropuerto AIFA, cuyos gastos de funcionamiento sumaron 564 millones 471 pesos, 12 veces más que sus ingresos, y no ha dado resultados, contrario al INE que sí ha dado buenos resultados. Morena ha ganado 22 gubernaturas, y nunca se ha sentido robada, salvo, claro, cuando pierde una elección.
Así es que, señores diputados, dejen en paz a este Instituto, ya no le muevan, y dedíquense a hacer cosas más provechosas.
Por lo que respecta a la disminución de diputados y senadores, que el inquilino de Palacio incluye en su reforma electoral, consistente en dejar 300 de 500 diputados, y 96 de 128 senadores, puede ser buena idea, pero no le conviene a nuestro amado líder, ni a su Morena, porque de seguro, si es que existe la lógica, sus achichincles, PT y Verde, dejarán su alianza, pues de aprobarse esa nueva puntada, se quedarían sin ningún diputado y sin ningún senador, Ah, y también sin una muy buena pachocha, y así no se vale, pues de eso viven..
Solamente queda esperar que el PRI no vuelva a dar…las sorpresas que acostumbra su Alito por miedo a Sansores. Mantengámonos en ayunas hasta entonces, ¡Así sea!