Inflación, agua y violencia

La clase política en el poder y quienes ahora están en la oposición, continúan en su burbuja, porque se confrontan en asuntos intrascendentes, mientras la población de todo el país padece los efectos de la inflación, el desabasto de agua y una imparable escalada de violencia, que en ciudades como Ensenada se acentúan más por su falta de infraestructura y equipamiento urbano.
La irritación social en este puerto, por el momento, sólo se refleja en las redes sociales, pero si se mantiene la tendencia negativa en la mayoría de los rubros económicos y no se contienen los delitos de alto impacto, aunado al problema del suministro de agua, podrían generar que las personas y grupos que no acostumbran salir a las calles, ahora sí decidan hacerlo.
Debido a las afectaciones financieras ocasionadas por el Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, los ensenadenses, como el resto de los mexicanos, sufre las consecuencias, y se refleja en aspectos tan sensibles como la alimentación.
Resulta que hasta comer huevo resulta un lujo, pues durante la segunda semana de mayo se encareció a un precio histórico para un periodo igual, ello a pesar de las medidas que hace una semana anunció el gobierno federal para supuestamente mitigar la inflación en los alimentos.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en la segunda semana de este mes el precio al mayoreo de este alimento básico subió 7 por ciento respecto al cierre de la semana previa y 14 por ciento con relación a como terminó en abril.
El precio del huevo varía dependiendo del tamaño y a nivel consumidor la tapa de 30 huevos, equivalente a casi 2 kilogramos, cotiza en a un precio de entre 73 y 75 pesos en las cadenas de autoservicio.
La razón del aumento durante la semana pasada la pretenden justificar con la baja demanda estacional que se presenta en esta temporada por las altas temperaturas, lo que reduce el consumo de huevo en las familias.
Es por eso que descartan que el precio del huevo vaya a bajar con motivo de las acciones contenidas en el Paquete Contra la Inflación y la Carestía que anunció la semana pasada el gobierno federal para mitigar la inflación de 24 alimentos y productos básicos, entre ellos el huevo blanco.
No pueden bajar de precio con esas medidas debido a los altos costos en los insumos, en especial el precio del maíz, que representa el 60 por ciento del costo de producción, pero también por otros insumos como el cartón (usado para el transporte de huevos), el cual no ha subido mucho en este año.
Por el contrario, es posible que aumente en los próximos meses conforme se vaya restableciendo la demanda.
Y el huevo es apenas un producto de la canasta básica, porque se han registrado incrementos significativos en otros alimentos de consumo diario.
Así que las difíciles circunstancias que enfrentan muchas familias no es un elemento suficiente para sensibilizar a los políticos que nos gobiernan, cuyas preocupaciones pasan por proyectar su imagen en las redes sociales, en lugar de concentrarse en los temas prioritarios.