LA MARAÑA CÓSMICA

Gaia: no solo un planeta vivo, sino toda la galaxia

Por: Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 13 de junio de 2022 · 00:00

Gaia ha sido una hipótesis del planeta Tierra, cuya superficie se comporta como un sistema, donde las formas de vida que lo caracterizan se encargan de autorregular las condiciones esenciales para que ello suceda, tales como temperatura, composición química o salinidad en los océanos, un sistema autorregulado, en equilibrio. La hipótesis fue postulada por el químico Lovelock, en 1969 y apoyada por la bióloga Lynn Margullis.
Tierra, uno de 8 (o nueve) planeas alrededor de pequeña estrella amarilla que orbita alrededor de la galaxia Vía Láctea. ¿Y cómo se caracteriza ella, su temperatura, composición química, objetos que la integran, sus velocidades de rotación, origen y destino? Si la idea de Gaia nos habla de la atmósfera de la Tierra, ¿por qué no de la “atmósfera” de la galaxia?
Algo así rondaba por la cabeza de los astrónomos, que se les da desarrollar instrumentos cuyos acrónimos se asocian a algún concepto cultural: Osiris (un instrumento de óptica adaptativa), Frida, un instrumento que separa distintas longitudes de onda simultáneamente. Se les ocurrió Gaia, una sonda espacial para cartografiar la Vía Láctea.  
El tercer paquete de datos de los telescopios de la sonda GAIA y sus instrumentos, que orbita al Sol, a uno y medio millón de kilómetros alejada de la Tierra, es compartido al mundo hoy por la Agencia Espacial Europea.
Gaia es una misión espacial de la agencia europea cuyo vehículo fue lanzado al espacio en 2013 por el cohete ruso Soyuz-Fregat, para colocarlo en órbita alrededor del Sol y alejado de la Tierra en el punto Lagrange 2, como llaman los astrónomos, a millón y medio de kilómetros alejado de la Tierra para que no le haga sombra.
Equipado con dos telescopios ópticos gemelos, su objetivo es cartografiar detalladamente, en tercera dimensión, todo lo que contiene nuestra galaxia, la Vía Láctea. Gaia, con sus telescopios e instrumentación a bordo barre toda la esfera celeste y es capaz de observar 70 veces estereoscópicamente cada una de más de mil millones de estrellas que integran la Vía Láctea. Lleva además a bordo fotómetros para el azul y el rojo, y un espectrómetro de velocidad radial.
Los 40 millones de observaciones al día realizadas por Gaia de cada una de las mil millones 800 mil estrellas, cuyos mega datos han sido enviados a Tierra y procesados en un tercer paquete permiten saber que de esos 1.8 miles de millones de luceros, 10 millones son estrellas que cambian su luminosidad con frecuencia (variables); existen 813 mil sistemas binarios (estrellas dobles) 1.5 mil millones de objetos por clasificar; ha medido el promedio de velocidad al que se mueven las estrellas, 33 millones de km por hora.
Los datos procesados del tercer paquete enviados por Gaia contienen también 5,6 millones de parámetros astrofísicos, dos y medio millones de composiciones químicas, un millón de espectros de composición química, temperatura, masa y edad de los objetos detectados.
Respecto a fotometría y astrometría, se han obtenido uno y medio millones de mediciones de luminosidad y color, posición y distancia en movimiento.
Los casi dos mil millones de estrellas detectadas representan apenas el 2% de las estrellas de la galaxia y de ellas se ignoraba casi el 90% de sus distancias.
La precisión de los datos que captura la instrumentación de Gaia es de tal magnitud que permite detectar objetos cuya luminosidad es un millón de veces más débil de lo que puede ver el ojo humano. Gaia puede medir sus posiciones con una precisión de 24 microsegundos de arco, algo así como medir el diámetro de un cabello a mil kilómetros de distancia.
El consorcio de análisis y procesamiento de datos enviados por Gaia a la Tierra consta de más de 400 personas que contribuyen con unos dos mil años persona de esfuerzo al ejercicio de procesamiento de datos. 
Al final de la misión el archivo de datos sobre la Vía Láctea superará un peta byte, un millón de gigabytes, algo así como 200 mil dvd’s de datos. Gaia es el acrónimo de Interferómetro Astrométrico Global (por sus iniciales en inglés).
El astrónomo Luis Aguilar, del Observatorio Astronómico Nacional, Instituto de Astronomía, allá en Ensenada, ha participado muy activamente en este proyecto de cartografiar tridimensionalmente la Vía Láctea, sobre todo en la formación de aquellos que procesarían los datos de Gaia con ecuaciones diferenciales, integrales, geometría analítica y las asombrosas trayectorias de Gaia que evocan los dibujos realizados con un espirógrafo o las trazas de un péndulo sobre una superficie plana.

*Comunicador de la ciencia y periodista DGDC UNAM
risita@dgdc.unam.mx 

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