Agua y energía

Desde que Baja California dejó de ser un territorio para convertirse en una entidad federativa, no se visualizaron las necesidades a futuro de esta región fronteriza, porque a la fecha carece de infraestructura, así como de nuevas fuentes de abastecimiento de agua y continúa siendo una isla en materia de generación de energía eléctrica, dado que nunca se gestionaron las inversiones para que se conectará a la red nacional que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Durante décadas no se elaboró un proyecto para garantizar el suministro de electricidad en el estado, debido a la falta de visión y la indiferencia del gobierno federal, lo que en este momento provoca un déficit de 400 mega watts.
Aunado a la falta de energía se agudiza la ausencia de conexión de las líneas de suministro de Baja California con la red nacional, junto con el abandono de la planta de energía geotérmica de Cerro Prieto en Mexicali.
Lo anterior dificulta el desarrollo social y económico del estado, de ahí la necesidad de que se haga lo conducente para que lo más pronto posible se pueda disponer de nuestra propia planta.
Al estar desconectados y ser una especie de “isla” se reducen de forma considerable las opciones para detonar las vocaciones productivas de la región, porque sin electricidad suficiente no es factible que se establezcan más empresas y comercios, pero lo más alarmante es que actualmente ni siquiera se atienden las necesidades primarias de la población.
Cabe señalar que en reiteradas ocasiones los diputados que integran el Congreso del Estado han aprobado la viabilidad de que se establezcan compañías que produzcan energía eléctrica, y que pueda aprovecharse la obtenida por sistemas solares, eólicos o una combinación de ambos.
También se han anunciado acuerdos entre la Comisión Estatal del Agua (CEA), y la CFE con el propósito de garantizar el aporte de agua para la zona costa de la entidad a través del sistema de bombeo con el que se cuenta, pero la Comisión Reguladora de Energía (CRE) no resuelva en definitiva el eterno diferendo de tarifa que reclama el gobierno de Baja California.
La cuestión es que la CRE no resuelve dicha controversia tarifaria entre la CEA y la CFE, cuyo eventual dictamen tendría que ser acatado por ambas partes, así como respetar el saldo a pagar que se determine, pero este trámite no se concluye.
En la pasada administración estatal se anunció que la CFE se había comprometido a dar las facilidades para que la CEA cambiara de suministrador de energía eléctrica contratada, con la finalidad de que se aplicara una tarifa justa, proceso que estaba asociado al proyecto de una planta fotovoltaica, pero que el gobierno estatal entrante decidió cancelar por las graves afectaciones económicas que representaba para las finanzas públicas.
Sigue pendiente entonces lograr un esquema que sea favorable en los costos de producción de los organismos operadores de agua de la zona costa, y mantener el servicio sin tantos contratiempos y perjuicios para la sociedad.