DESDE EL VIGÍA

Repercusión mundial

Por: El Vigía
viernes, 24 de junio de 2022 · 00:00

El asesinato de dos sacerdotes jesuitas al interior de la iglesia del poblado de Cerocahui en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, repercutió a nivel internacional, y entre las manifestaciones de tristeza y consternación destaca lo expresado por el Papa Francisco desde El Vaticano, quien lamentó que “hay tantos asesinatos en México; pero estoy cerca, en afecto y oración, de la comunidad católica afectada por esta tragedia”.
Pero lo que generó más indignación fueron las causas que derivaron en los homicidios, dado que ahora se sabe que un pleito tras la derrota de un equipo de beisbol patrocinado por uno de los capos que controla la Sierra Tarahumara, detonó el secuestro de dos jugadores y, posteriormente, el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico de la zona.
El líder criminal José Portillo Gil, alias “El Chueco”, llegó el lunes pasado por la mañana al pueblo en busca de los hermanos Paul Osvaldo y Armando Berrelleza Rábago, quienes jugaron en el partido de beisbol del día anterior.
“El Chueco”, vinculado al Cártel de Sinaloa, fue a la casa de Armando y Paul, a quien hirió de un balazo, y después de prender fuego a la vivienda se los llevó con rumbo desconocido.
Horas después, “El Chueco” acudió al hotel de Cerocahui donde se topó con el guía de turistas Pedro Palma, a quien también secuestró. 
Palma logró escapar y, herido, buscó refugiarse en la parroquia hasta donde llegó el líder criminal para ejecutar al guía y posteriormente a los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.
Portillo y sus cómplices se llevaron los tres cuerpos, mismos que ayer fueron localizados en otro poblado a unos 80 kilómetros de Cerocahui.
Tras estos hechos, la oficina en México del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó el crimen de los religiosos, quienes, señaló, realizaban un importante trabajo social y pastoral entre los indígenas de la etnia tarahumara.
Según expertos, la sierra de Chihuahua es una importante ruta de trasiego de drogas hacia Estados Unidos, por lo que es disputada por cárteles del narcotráfico.
Por su parte, rectores y directores del Sistema Universitario Jesuita cuestionaron la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, reducida a la Guardia Nacional militarizada, porque ha fracasado y ahora el Estado no tiene el control territorial y la población está sometida a los grupos criminales.
“El Gobierno federal hoy tiene que hacer una autocrítica responsable, porque su estrategia, si es que la tiene, no está sirviendo de ningún modo, todo lo contrario, ha estado permitiendo que el narco avance cada vez más; estamos solos, abandonados a nuestra suerte, sometidos a la ley del más fuerte, sometidos a la ley de la selva. 
Los mexicanos y los pueblos estamos sometidos a la ley del secuestro, de la extorsión, del asesinato, y lo estamos porque el Estado, porque los gobiernos locales, porque los gobiernos supranacionales y los gobiernos federales, sobre todo los últimos tres, no les interesa proteger a los mexicanos”, sostuvo Juan Luis Hernández, rector de la Universidad Iberoamericana de Torreón, Coahuila.


 

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