“Si no es Juana es Chana”

Hacía un buen rato que no les escribía. Como se han dado cuenta, ha habido veces que me ausento. Las razones son muchas, pero nunca por falta de ganas, temas o motivación. En ocasiones son cosas felices, como acumulación de compromisos de trabajo, algo que siempre agradezco, pero también hay motivos nada agradables. Desde perder seres muy cercanos, hasta perder el "invicto" frente al Covid (estoy bien, por si estaban con el pendiente). El caso es que estoy felizmente de regreso, para decir, descoserme y/o despotricar a mis anchas. Mucho ayudaron tanto los mensajes que me envían de que extrañan mi columna, como la invitación y posterior felicitación de mi querido editor para mis participaciones en el suplemento de las Fiestas de la Vendimia. ¡No se las pierdan!
Hoy les escribo esto en el que hubiera sido el cumpleaños 70 de uno de los ensenadenses más queridos y atentos que he conocido, el tío Rauli que tanto extrañamos, además de estar regresando de visitar la tumba de mi madre. Por supuesto que sobra decir que ella me enseñó muchísimas cosas, y que estoy segura que la mejor manera de rendirle tributo a su eterno buen gusto, es hacer las cosas bien como ella me enseñó. Siempre conseguía convertir una cena, comida o evento en algo memorable. Cuidaba todos los detalles para que no hubiera ninguna falla.
En el tiempo que llevo en el mundo del vino he escuchado infinidad de maridajes. Desde expertos, sabelotodos y novatos expresan sus "verdades absolutas". Que si "x" vino para "x" comida. Maridajes de armonía o de contraste. Hace poco casi muero de risa cuando leí que, según algunos, también existe el maridaje "de proximidad". O sea que, si no le atinas al correcto, encuentras lo opuesto, o por lo menos te acercas a alguno. Será que nunca he entendido nada o que ahora en nuestro "México transformado" siempre existen otros datos.
He asistido a presentaciones de las fiestas de la vendimia de diferentes regiones. Baja California, Querétaro, Guanajuato, Coahuila, etc. Algunas de ellas, espléndidamente organizadas, resaltando los vinos y gastronomía de cada una de ellas. Otras no tanto, pero consiguiendo el objetivo. Esta semana me invitaron a la presentación en la ciudad de México de las siempre bellísimas e impecablemente organizadas Fiestas de la Vendimia en Ensenada, que después de la pausa obligada podremos disfrutar. Junto a una querida amiga y magnífica sommelier, comentábamos que era increíble estar en un lugar, aunque bonito sí, pero de comida vietnamita, con vinos mexicanos servidos en copas ¡del siglo antepasado! De plano aquí no apareció ni la armonía, ni el contraste y tampoco la proximidad. ¡Ni Juana, ni Chona, ni Petra! La mala impresión se desvaneció hace unos días cuando asistí, junto con otros medios invitados por la Secretaría de Turismo de Baja California, a la apertura de las XXXII Fiestas de la Vendimia. Un viaje relámpago, lleno de eventos, visitas a vinícolas, vino, comida extraordinaria y momentos inolvidables.
Para mí siempre será lindo el que la gente que nunca había visitado los valles de Ensenada vea con sus propios ojos las cosas enormes que suceden en esta zona del país. Comenzamos la aventura celebrando el aniversario número 8 del "happy place" de mi amigo Hubert. Telefónica Gastropark en Tijuana, un lugar increíble en el que al mismo tiempo están pasando cosas extraordinarias, comida fantástica como el Hotdog más delicioso del mundo, hecho con salchicha de tocino del chef Giovanni Brassea. Otras propuestas como mariscos, burritos, pizzas, vinos y la Cervecería Lírica, chela artesanal. Un lugar imperdible que hay que agradecerle a su creador Antonio Gamboa. Para celebrar el cumpleaños de este magnífico lugar nos deleitaron con la pintada de un mural en vivo en el que pudimos participar, y la divertida y ambientada música de Takón Machine, una banda ensenadense creadora de la cumbia costeñita, una mezcla de cumbia, rock, gozadera y originalidad. Si no los conocen vayan a buscarlos ahora mismo, (créanme lo que les digo).
Por favor disfrutemos al máximo esta temporada de la que estuvimos privados un par de años. Descubramos lo nuevo, celebremos lo bien hecho y sigamos viviendo todo lo relacionado al vino. Nos leemos pronto porque me falta mucho que contarles de esta mi última visita a tierra bella.

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