Un proyecto en proceso

A pocos meses de terminar mi Licenciatura en Biotecnología en Acuacultura estaba preocupado sobre donde realizar mis prácticas profesionales. Fue entonces cuando recordé a una ex compañera de la preparatoria y le pedí información acerca del lugar en donde ella estaba trabajando, el cual resultó ser Caracol Museo de Ciencias.
La verdad, tuve mis dudas al principio, porque el propósito de las prácticas profesionales es enriquecer o reforzar el conocimiento adquirido hasta el momento en que inicias y durante la estadía en el lugar donde se realizan las prácticas profesionales, y desconocía qué tanto podría aprovechar mis conocimientos en el acuario en proceso del museo.
Al principio, todo lo hacía por inercia. Aquello con lo que ya estaba familiarizado se convierte en rutina y, por lo tanto, era eficiente, sin embargo, mi carrera no iba para nada encaminada al tipo de animales con los que estaba trabajando.
Me vi en la necesidad de convertirme en autodidacta sobre estos animales, aprender sobre sus hábitats, comportamiento individual y social, preferencias de alimento en su medio natural. Aprendí todo con la información disponible en literatura electrónica, foros de acuariofilia, preguntando a particulares, páginas de internet, etc.
Pasé muchísimo tiempo observando a estos peces, erizos, estrellas, y demás organismos marinos presentes en las peceras para generar mi propio conocimiento sobre los animales que tenía a mi alcance. Aprendí a individualizarlos, a reconocerlos por cosas como su tamaño, forma de nado, sus lugares favoritos dentro de la pecera, etc.
Para mi sorpresa, mis planes de trabajar en producción de algún organismo marino para alimento del ser humano se vieron opacados por mis ganas de ver la Sala del Mar crecer. Se trata de un proyecto joven, aún en desarrollo, con alto potencial y ambicioso.
Podrá ser extraño para quien lea lo siguiente, pero "me sentí identificado con este proyecto", un próximo recién egresado con ganas de mejorar, de crecer, que cree en su potencial y con la ambición para desarrollar su carrera.
Decidí volverme lo más indispensable posible para el museo para generar mi lugar en este proyecto, ayudar a desarrollarlo, a mantenerlo, manejarlo, a ver en primera fila como todo se va acomodando, conectado, como influye en las personas de manera individual y como sociedad.
Me determiné a ser, no sólo un espectador, sino también un participante activo y contribuir en él, dejar mi marca, algo de mí en este proyecto que deje constancia de que el Licenciado en Biotecnología en Acuacultura Misael Espinoza Méndez estuvo presente en el proyecto de la Sala del Mar.
Mi primera meta se cumplió en junio de este año. Se me dio la oportunidad de demostrar que merezco pertenecer a este equipo de trabajo y que merezco la oportunidad de contribuir a este proyecto.
La Sala del Mar no será un proyecto que se termine hoy, mañana, en un mes, un año. No me imagino una fecha próxima para concluir este enorme trabajo, que no quedará sólo en la finalización de su infraestructura, sino que su mejoramiento será continuo, será un proyecto que no dejará de crecer, y ahora mismo, mi meta es madurar como profesionista, como divulgador científico sobre las ciencias del mar y como persona, junto con este proyecto.

*Encargado de sistemas y organismos de Proyecto Sala del Mar en Caracol