OJO AL GATO

Claudia Sheinabum en Tamaulipas: Prometer no empobrece

Por: Ignacio Alvarado Álvarez*
martes, 26 de marzo de 2024 · 00:00

En su primera vuelta en campaña por Tamaulipas, Claudia Sheinbaum abordó tres de los temas que mayor interés despiertan en la entidad: la seguridad, la economía y la falta de agua. Sobre el primero de ellos, defendió la estrategia del actual gobierno. Dijo que se ha malinterpretado lo de “abrazos, no balazos” y reiteró que el clima violento que persiste en la entidad y en el país obedecen a la estrategia desplegada por Felipe Calderón y la corrupción de quien encabezó esa cruzada, Genaro García Luna, sentenciado en Estados Unidos por sus vínculos con el “cártel de Sinaloa”. Del tema económico, fue puntual al dirigirse a los empresarios. Ofreció datos duros que demuestran la fortaleza del peso frente al dólar, el crecimiento que, pese a todo pronóstico, registra el país y las condiciones generadas por López Obrador para que aumente la inversión extranjera. Anunció la construcción de un nuevo cruce fronterizo en Nuevo Laredo, y la revitalización del turismo en puntos como Tampico. Para solucionar la escasez del agua, habló de emplear tecnología, modificar la ley de aguas, combatir el robo en regiones agrícolas y buscar nuevas fuentes de suministro. Se trata, desde luego, de intenciones puntuales para dar solución a temas que han impedido la certidumbre en las últimas dos décadas y que más allá de la promesa o el deseo, difícilmente podrán llevarse a cabo.
Tamaulipas ha experimentado la fusión de política, empresa y crimen durante casi un siglo, con muy pocos ejemplos en otras regiones del país. Desde los tiempos de Emilio Portes Gil, quien nació en Ciudad Victoria, y fue primero gobernador provisional y posteriormente presidente interino de la República, han tenido lugar las operaciones ilegales al amparo de funcionarios tanto locales como federales. Nuevo Laredo, como principal puerto fronterizo, terminó por absorber de una o de otra manera a empresarios vinculados con el comercio binacional, y todo ello dio forma a un estilo de gobernar que terminó por empleara a las fuerzas de seguridad y a as fiscalías en turno para mantener el gran negocio criminal. Basta recordar que de los últimos cinco gobernadores, dos fueron encarcelados, otros dos señalados por supuesta asociación con grupos delincuenciales, y que uno quinto llegó después de que su hermano fue asesinado tras ser electo. Las declaraciones que ofreció la candidata de Morena-PT-PVEM no repararon en ninguno de estos puntos. Ni lo hizo ella, ni lo harán Xóchitl Gálvez ni Jorge Álvarez Máynez. Cada cual tiene sus cadáveres en el clóset, y muy poco que presumir en términos de impacto profundo y verdadero que hayan logrado presidentes o gobernadores en activo de uno y otro partido político. 
En materia económica, las cosas son diferentes. Al menos en apariencia. La transformación laboral emprendida por el presidente amenazó en un principio a buena parte del sector empresarial, pero poco a poco ha ido perdiendo recelo. La probabilidad de que Sheinbaum se extienda en un aumento salarial es baja, por ejemplo, y la reducción de las jornadas de trabajo han sido frenadas desde ahora por el propio López Obrador. 
Esa fue una de las razones por las que su principal promotora, la diputada Susana Prieto Terrazas, renunció a la bancada de Morena a comienzos de marzo. Prieto Terrazas es una reconocida abogada laborista en Chihuahua y Tamaulipas que fue encarcelada en 2021 por el gobierno del panista Javier García Cabeza de Vaca, y sujeta a una orden de aprehensión por Javier Corral Jurado, entonces gobernador del PAN en Chihuahua. 
Ella misma acusa a uno y otro de confabularse para someterla, obedeciendo a intereses del sector maquilador, al que su actividad en defensa de las trabajadoras ha dañado. García Cabeza de Vaca, refugiado en Texas antes de terminar su gestión como gobernador de Tamaulipas, será miembro en la próxima legislatura federal, una vez que su partido lo incluyó como número uno en la lista de plurinominales. Corral, por su parte, quedó dentro de las primeras 10 posiciones en el listado de plurinominales de Morena al Senado. 
Puede que Sheinbaum haya calmado las inquietudes de buena parte del empresariado, pero deja un hueco en su credibilidad por el pragmatismo político con el que también se ha incluido al ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, quien va al Senado por el Verde pocos meses de haber recuperado su libertad, luego de seis años en prisión por supuesto lavado de dinero. 
El tema del agua es otra crisis que data de años y que tiene parte de sus orígenes en la deuda histórica de México con Estados Unidos y la sequía de los últimos 30 años. Pero, sobre todo, con el robo sistemático que se da en presas y con la operación de pozos clandestinos conectados al principal afluente del río Bravo, que es el río Conchos. El atraso en tecnología que acusan los sistemas de riego en uno y otro estado, es también apremiante. El agua para uso de riego en el valle de Tamaulipas está estrechamente vinculado a los cinco distritos de Chihuahua. La sequía detonó una crisis entre 2020 y 2021 que derivó en el levantamiento de los agricultores en Camargo, Delicias y Ojinaga. Incendiaron camionetas de la Conagua, intentaron linchar al entonces delegado federal Juan Carlos Loera y sacaron a punta de pala y pistola a la Guardia Nacional, una de cuyas patrullas terminaría por asesinar a una pareja de agricultores que fueron parte de las protestas en la presa La Boquilla. La región de riego en la entidad está perdida de antemano por Morena, sobre todo después de que el presidente López Obrador azuzó a los agricultores, tachándolos de marionetas del PAN y el PRI. El margen de maniobra que tendrá con ellos Claudia Sheinbaum parece limitado, lo mismo que un cambio en el tratado que se tiene con Estados Unidos, mucho más si arriba nuevamente a la presidencia Donald Trump, que tiene en los agricultores texanos a una parte de sus aliados.

*Ex integrante del Cuerpo de Investigadores Especiales de El Universal    
puentealreves@gmail.com 

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