LA BRÚJULA

¿Qué esperar del nuevo Gobierno?

Por Heberto J. Peterson Legrand
lunes, 3 de diciembre de 2018 · 00:00

Escribí éstas líneas cuatro días antes de que tome posesión el presidente electo, Lic. Manuel López Obrador.

Lógicamente lo que hemos visto estos últimos cinco meses después de un triunfo arrollador tanto en el Poder Ejecutivo, como en el Congreso de la Unión, y en muchos Congresos Estatales nos invita a la reflexión, no nos ofrece una certeza respecto del rumbo que tomará el país por la serie de contradicciones entre el decir y el hacer, en los hechos quedó un gobierno podríamos decir que acéfalo, ausente, paralizado y de facto otro que sin serlo legalmente ocupo los espacios, tomo decisiones quedando el legal como espectador pasivo y el de facto como actor.

Las expresiones por parte del presidente electo estuvieron muy alejadas de lo que esperaríamos por la investidura ya de presidente electo, expresiones que dejaron mucho qué desear y del presidente legal siempre supo guardar las formas de acuerdo a su investidura.

Espero que ya en el momento de la toma de posesión el presidente López Obrador cambie su discurso, no sólo en el acto de toma de posesión que de seguro será arropado por un mensaje conciliador, con un llamado a la solidaridad, la unidad, amor y paz y habrá de dedicar un voto de confianza a las fuerzas armadas de las cuales será, a partir de ese momento, su Comandante en Jefe.

Quienes acudan al evento tendrán la oportunidad de ver, aunque sin jaula, al zopilote Maduro y algunos más, espero les dé tiempo para pedirles su autógrafo.

Ojalá y durante todo su sexenio se comporte democráticamente, sepa escuchar y no sólo oír, que entienda la verdadera importancia de una sociedad participativa y no propiciar una sociedad sumisa.

Que respete la dignidad de todos y cada uno de los ciudadanos, para que a su vez éstos respeten la dignidad de su investidura.

No olvidar que el pueblo es el mandante y él el mandatario, pueblo somos todos y cada uno de los mexicanos.

Espero ya no escuchar que se les llame rapaces a un grupo de empresarios por no estar de acuerdo con él en algo, ni fifís a parte de los ciudadanos por ejercitar su derecho a protestar, ni que se actúe fuera del marco jurídico como en el caso de las encuestas a modo sobre el aeropuerto y el Tren Maya, ni se incurra en mentiras diciéndole a una parte de los ciudadanos algo en un sentido y a otra parte en sentido contrario.

El presidente no debe declarar que perdona a todos por los delitos cometidos, entre ellos los de corrupción y que no estén en proceso si una de sus banderas fue el combate a la corrupción motivo por el cual gran parte del pueblo voto por él.

Espero que exista respeto entre la separación de poderes.

Lo que haga el recién elegido presidente y que sea bueno para el pueblo hay que reconocérselo y aplaudírselo, pero si a conciencia creemos que algo hizo mal hay que señalárselo y pedirle que rectifique.

Aplaudo el que haya dicho que respetara la autonomía del Banco de México, el que mejore las raquíticas compensaciones que son verdaderamente irrisorias, pero espero entienda que para poder distribuir riqueza, primero hay que crearla y verdaderamente con ello mejorar las condiciones económicas del pueblo, que no sólo quiere saber que la macroeconomía se está respetando, sino sentirla en su bolsillo, en una mayor capacidad económica para tener poder adquisitivo y con ello una mejor calidad de vida.

Criticaba la Sra. Sánchez Cordero en el Congreso, que los partidos de oposición tenían mala memoria tratándose del fiscal, porque en el pasado habían votado al revés. Le doy la razón, pero ello no justifica que ahora ellos sean quienes se equivocan. Escuchen a la población a quienes representan y lo que se quiere es un fiscal totalmente independiente que cuya terna no sea escogida por el presidente al margen de tecnicismos jurídicos.

La educación está prendida con alfileres, pareciera que habrá un retroceso, ojalá y sepan manejarse frente a sindicatos que son movidos más por intereses políticos que por el bienestar de los educandos. Y esperemos que el Congreso que si bien tiene legalmente derecho al mayoriteo esté a la altura de las circunstancias y los frutos que dé sean para bien de México. Las mayorías imponen su voluntad para bien o para mal…veremos.

Esperemos lo mejor, pero indudablemente el día primero será un parteaguas y son muchísimas las cosas que habremos de ver para bien o para mal.

No vivimos en una isla sino que estamos inmersos ya en un contexto mundial, veremos si hay talento sobre todo hoy que las sociedades están tan polarizadas.

Ojalá y El Pueblo sabio contagie de sabiduría a nuestro nuevo guía porque ya llevamos muchos años y no logramos despegar como debiera.

El día primero por arte de magia desaparecerá la corrupción y tendremos un nuevo amanecer donde el sol brillara en todo su esplendor….que así Sea.
 

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